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Es significativo que no sólo ENRIQUE ALFONSO RODRÍGUEZ
HERNÁNDEZ haga referencia a la información recibida de parte de
CARLOS ARIEL SERRANO SÁNCHEZ, y que, a tan sólo poco más
de un mes de ocurridos los hechos, ya CECILIA SATURIA
CABRERA GUERRA también diera cuenta de lo mismo,
coincidiendo con el padre de su esposo en el hecho de haber sido a
través de una llamada como el Dr. SERRANO les hizo esas
manifestaciones.
De otro lado, así se quiera mostrar como producto de la angustia, la
desesperación y el afán por saber el paradero de su hijo, no hay
razones sólidas y lógicas para entender que ENRIQUE ALFONSO
RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, si como lo asegura SERRANO
SÁNCHEZ recibió de su parte un rotundo y razonado no al
cuestionarlo respecto a la posibilidad de haber visto a su hijo en
desarrollo de los acontecimientos, sostuviera a lo largo de tantos
años lo contrario, indicando, además, de manera concreta y enfática
la fuente de su conocimiento, cuando esa versión era fácilmente
verificable y por consiguiente sabía perfectamente que podría ser
desmentido.
Por el contrario, está claro que CARLOS ARIEL SERRANO
SÁNCHEZ sí estuvo en el Palacio de Justicia y en la Casa del
Florero en desarrollo de los hechos y era amigo del señor ENRIQUE
ALFONSO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, siendo por tanto factible la
versión de éste en cuanto a haber recibido esa información de parte
de su amigo; es decir, no hay razones para asumir que mintiera
sobre el particular.
Igual, las razones por las cuales CARLOS ARIEL SERRANO
SÁNCHEZ negaría el hecho no son desechables, habida cuenta que
el plenario permite conocer cómo las amenazas e intimidaciones