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Ciertamente la situación de los empleados de la cafetería no es
exactamente la misma que la de las visitantes ocasionales, en tanto
no hay evidencia para ubicarlos en las mismas condiciones de
tiempo, modo y lugar.
Mientras es razonable, en principio, agrupar a los primeros en su
puesto de trabajo, especialmente cuando se acercaba la hora de
atender el servicio de almuerzos, no hay elementos de juicio
objetivos, claros y concretos para dar por cierto que LUCY AMPARO
OVIEDO BONILLA y GLORIA ANZOLA DE LANAO estuvieran en el
mismo sitio o fueran reunidas con ellos, pues su presencia en el
edificio obedece a motivos diversos y por tanto su ubicación al
iniciar la irrupción subversiva muy seguramente era diferente, como
al parecer lo fue también la de NORMA CONSTANZA ESGUERRA.
Ahora, el marco indiciario resaltado a lo largo de estas
consideraciones, si bien es importante, significativo y, como se dijo,
dadas las particularidades y dificultades del trabajo valorativo de la
prueba en procesos de desaparición forzada cobra especial
relevancia, no es absoluto ni suficiente por sí mismo para dar por
probada, al margen de toda duda, la salida con vida de todas esas
personas del Palacio de Justicia y su puesta bajo custodia de las
fuerzas armadas del Estado, en cuanto subsisten hipótesis que
eventualmente podrían ubicar a algunas de ellas en sitios diferentes,
incluida, se quiera o no y por polémica que resulte, la derivada de
las sospechas de inteligencia militar sobre algunos empleados de la
cafetería.
Aun cuando esto último, de ser cierta la pertenencia al grupo
subversivo de alguno de ellos, no justificaría la desaparición forzada
de personas, como no se justifica la que se dio sobre IRMA