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TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

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SÓCRATES NOLASCO | EL CUENTO EN SANTO DOMINGO – <strong>TOMO</strong> II<br />

—Sí, y me dijo <strong>de</strong>l asunto, pero…<br />

—Yo tengo muchos asuntos, Juan, y la memoria se me está poniendo mala con tanta<br />

broma que dan las autorida<strong>de</strong>s y el mando y los robos y los vagos, y el fijo y tantas cosas<br />

que día a día son más. No tengo tiempo, Juan, ni para rascarme la cabeza.<br />

—Yo consi<strong>de</strong>ro, primo José.<br />

—¿Dijiste <strong>de</strong> un hombre?…<br />

—Sí, primo José, que lo vido a usted primero. Ese que vino <strong>de</strong> la Ciudá.<br />

—¿Y qué te dijo, Juan?<br />

Mientras hablaba, ya el General tenía en empuñado el canto libre <strong>de</strong> la puerta. Labraza<br />

quiso teminar:<br />

—Bueno, me dijo que usted también convenía en entrar, pero… ya yo tenía la cosa lista.<br />

—Tú tenías la cosa lista, Juan… Sí. Yo sé todo lo que pasa aquí. ¿Cómo no? Pero tú sabrás<br />

Juan, que soy aquí en La Matraca la garantía <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n y <strong>de</strong> la propiedad. –Iba alzando<br />

gradualmente la voz–. Yo soy el respeto y la garantía <strong>de</strong> la propiedad y eso lo saben aquí<br />

y en todas partes. Cuando se llega la hora –y la voz siguió subiendo– soy yo, José Pelota.<br />

Yo José Pelota, quien respon<strong>de</strong> como quiera, porque yo me hago cenizas y respondo <strong>de</strong> la<br />

tranquilidad, y <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n; que mientras yo esté vivo…<br />

Al llegar a este punto las voces trascendían al extremo <strong>de</strong>l caserío. El resultado no se<br />

hizo esperar. Apresuradamente irrumpieron en la sala <strong>de</strong> la casa el Ayudante seguido por<br />

un escuadrón <strong>de</strong> hombres armados. El General rápidamente apuntaló la puerta con las<br />

espaldas, y con voz autoritaria le gritó a los recién llegados:<br />

—¡Hagan preso a ese hombre!<br />

Cayeron sobre Labraza y lo <strong>de</strong>spojaron <strong>de</strong>l revólver y <strong>de</strong>l puñal que portaba.<br />

—¡Ayudante!, ¡enciérrelo con buena custodia!<br />

Se lo llevaron en tumulto y tras él, iba la voz <strong>de</strong>l General, remedada por el eco, retumbando<br />

en los vecinos cerros: Hor-hor-cón… garan… tíaaa… pro-pie…daddd.<br />

<br />

El resto <strong>de</strong> la noche pasó en calma, pero no la madrugada. Antes <strong>de</strong> amanecer, sonaron<br />

tiros, gritos, y un tropel <strong>de</strong> gentes corría en todas direcciones. A poco sucedió la calma y<br />

surgió el General en el Cuartel.<br />

Había pasado que el preso se fugó en complicidad con la guardia, formada en su mayoría<br />

por gentes <strong>de</strong> Los Cerritos, sus parientes y parciales. El General con el machete en la<br />

mano, echaba escarabajos por la boca y partía el mundo por la mitad. La emprendió con el<br />

Ayudante, hombre flojo que no sabía <strong>de</strong> nada, poco militar y confiado. Lamentaba que se<br />

hubiera llevado algunas carabinas, pero por suerte con pocas cápsulas, gracias a su precaución<br />

<strong>de</strong> racionarlas a no más <strong>de</strong> cuatro balas.<br />

Pero, ¿a dón<strong>de</strong> se metía ese sarnoso que él no lo cogiera? El era el horcón <strong>de</strong> La Matraca.<br />

Con él no había quién se meneara. En eso estaba cuando volvieron a llamarlo por teléfono.<br />

Otra vez era el Gobernador. Las circunstancias –según <strong>de</strong>cía– eran muy apremiantes y<br />

el Gobierno quería contar más que nunca con la lealtad y el celo <strong>de</strong> sus amigos. El General<br />

respondió que estaba dispuesto a hacerse ceniza en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l gobierno, pero reiteró con<br />

urgencia el pedido <strong>de</strong> parque, el dinero y el nombramiento que le habían ofrecido.<br />

—En cuantico lleguen esas cosas, no hay petíguere por aquí que chille, Gobernador.<br />

—…………<br />

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