03.04.2013 Views

TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n II | CUENTOS<br />

—Pues entonces…<br />

—Pero tengo que jacei la paga porella y pa lo <strong>de</strong>má preventivo…<br />

—Mire compadre, mire; yo he recibido algunos chavitos que mandó el Gobernador; pero<br />

usted <strong>de</strong>be tener paciencia y tenerme confianza como a la Virgen <strong>de</strong> la Altagracia. Usted<br />

tiene su parte, compadre, usted la tiene, júrelo; pero aguántese, cristiano, aguántese.<br />

—Ello, así será, Compadre…<br />

<br />

Amaneció otro día. Un soldado se le acercó al General, para avisarle que <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>l<br />

Pueblo venía un parlamentario con ban<strong>de</strong>ra blanca y por el color <strong>de</strong>l bulto parecía ser el<br />

Cura.<br />

—Vaya, reconózcalo, y si es el Cura déjelo pasar hasta aquí.<br />

Era el Cura en efecto y habló al General. Debía evitarse el <strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong> sangre<br />

entre hermanos. La República necesitaba a todos sus hijos para que la honraran con hechos<br />

contra sus enemigos y la engran<strong>de</strong>cieran con su trabajo.<br />

—Asimismo pienso yo, Padre; asimismo –repuso el General complacido.<br />

—A<strong>de</strong>más, –prosiguió–, la lucha aquí en La Matraca, está <strong>de</strong>más; ya el Gobierno capituló.<br />

—Eso lo sé yo por oficio hace rato, Padre y tengo po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> la Revolución…<br />

—¿Cómo?<br />

—Sí, Padre; siempre estoy diciendo que venga como venga el palo, no hay más que<br />

José Pelota en La Matraca. Mire, me han nombrado Delegado y ahora voy <strong>de</strong> Adjunto a la<br />

Gobernación…<br />

—¿Se va uted, Comandante?<br />

—Sí, Padre; en mi puesto queda Juan Labraza. Juan queda como Comandante <strong>de</strong> Armas.<br />

—Lo siento y me alegro al mismo tiempo. Lo mejor es que todo termine así como hermanos,<br />

así es lo mejor…<br />

—Ahora, Padre, vaya al Pueblo y dígale eso a Juan, si no lo sabe. Dígale que todos somos<br />

uno y que tengo una funda <strong>de</strong> dinero en oro que le han mandado <strong>de</strong> la Capital; pero que<br />

como yo soy hombre puro y <strong>de</strong>licado, <strong>de</strong>seo entregársela en presencia <strong>de</strong> todo el mundo y<br />

teniéndolo a usted, Padre, por testigo. ¿Oyó?<br />

El Padre había oído y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto, abrazó al General y partió foeteando el caballo<br />

que montaba.<br />

Juan Labraza recibió el parlamento entre inconforme y halagado; sobre todo, la anunciada<br />

funda <strong>de</strong> oro lo mareaba. Malo era eso <strong>de</strong> recibirla en presencia <strong>de</strong> todos. Cavilando<br />

en esto estuvo mucho rato, hasta que por fin invitó al Cura y ambos tomaron el camino <strong>de</strong>l<br />

campamento <strong>de</strong>l General Pelota.<br />

A pru<strong>de</strong>nte distancia. Labraza se plantó en medio <strong>de</strong> la sabana y envió al Cura <strong>de</strong> emisario.<br />

Que viniera el General, pero que viniera solo, que en aquel sitio hablarían.<br />

El Cura se fue y no tardó en retornar, siguiendo al General que, jarreteando, traía el<br />

caballo <strong>de</strong>l Presbítero al trote.<br />

El General le dio a Labraza un abrazo efusivo que éste no esperaba y le repitió lo mismo<br />

que le había dicho al Cura; pero en cuanto al oro, esperaba la ocasión <strong>de</strong> entregárselo en el<br />

Pueblo, en presencia <strong>de</strong> todo el mundo, y eso no lo hacía por él, Juan, sino por la gente que<br />

era muy mal intencionada.<br />

136

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!