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TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

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EMILIo RoDRíGuEZ DEMoRIZI | tRaDICIonES Y CuEntoS DoMInICanoS<br />

como por malicia, para proporcionarse víctimas en las cuales satisfacer sin peligro sus apetitos<br />

sanguinarios, que, según confesó más tar<strong>de</strong>, no lo <strong>de</strong>jaban tranquilo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que le echaron el<br />

mal en El Francés. En ese año fue que la autoridad <strong>de</strong> Santiago, oliendo mejor el tocino 8 pudo<br />

averiguar que el malvado era Beltrán, y respajiló 9 <strong>de</strong>l Guazumal a la mujer con los hijos.<br />

Pero yo no veo el resultado que en víctimas humanas le daban esos incendios, objetó<br />

Carlos en lo que el narrador tomaba aliento.<br />

allá vamos. Se tiene averiguado que el Comegente era un hombre muy ruín 10 , por lo cual<br />

nunca jamás atacó sino a los viejos en<strong>de</strong>bles y a las mujeres, regularmente por la espalda;<br />

y como el fuego por él pegado hacía salir <strong>de</strong>spavoridos a los que vivían en la casa y acudir<br />

gente <strong>de</strong>l vecindario para ayudar a apagarlo, manteniéndose él en acecho por los alre<strong>de</strong>dores<br />

lograba casi siempre su propósito <strong>de</strong> que le pasara cerca alguna persona a quien sin<br />

riesgo po<strong>de</strong>rla tumbar <strong>de</strong> una lanzada o un machetazo; siendo tan extrema su cobardía, que<br />

tras que daba el golpe saltaba atrás y se mantenía a buena distancia, hasta cerciorarse <strong>de</strong><br />

que la víctima estaba apalastrada y sin armas con que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse; entonces le volvía encima<br />

hablando una algarabía que nai<strong>de</strong> entendió nunca, la remataba, le cortaba los pechos, si era<br />

mujer, para comérselos asados, y si era hombre otra parte para utilizarla en sus brujerías, o<br />

sabe Dios para qué.<br />

—¡ave María Purísima! exclamó Carmen horrorizada, acurrucándose un poco y pegándose<br />

a don Esteban.<br />

Veintinueve son mi niña las muertes que se le acumulan, y llegaron a veintisiete las personas<br />

que se le pudieron escapar, aunque heridas, porque como algunas veces no atacaba<br />

con lanza ni sable, sino con una especie <strong>de</strong> garrocha puntiaguda, hecha <strong>de</strong> un varejón <strong>de</strong><br />

guaconejo o quiebrahacha, y esto lanzándola <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cierta distancia, los golpes en tales casos no<br />

eran siempre seguros; y como daba por resultado el tirar la garrocha, que venía ella a quedar<br />

al alcance <strong>de</strong> la persona atacada, si ésta se sentía con aliento la recogía y se le enfrentaba 11 , lo<br />

cual era bastante para hacerle poner los pies en polvorosa.<br />

El primero que se salvó así fue don Ventura López, que siendo un viejo muy templado 12<br />

hizo huir a carrera tendida al Comegente el día <strong>de</strong>l lance.<br />

—Malvao, y tan ruín!, exclamó seño Mateo.<br />

—Estabas loco por meter tu cuchara, le replicó la consorte, tal vez por meter también<br />

la suya.<br />

—Haya paz, mis viejos, aconsejó don Esteban, no perdamos el hilo <strong>de</strong> tan interesante<br />

historia.<br />

—¿Pero <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> vino al Comegente esa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> atacar arrojando la garrocha a modo <strong>de</strong><br />

dardo? preguntó Carlos.<br />

—De que una vez se atrevió en los llanos a irle encima con solo un palo a una mujer,<br />

sin advertir que ella tenía un machete <strong>de</strong> trabajo; y como que a la mujer no le faltaba tabaco<br />

en la vejiga 13 se le encaró y recibió un buen palo, pero hiriéndole por un tobillo lo hizo<br />

plumearse. 14<br />

8 Oliendo mejor el tocino: Haciendo mejores indagaciones. oler el tocino: Presumir, sospechar.<br />

9 Respahilar: Hacer tomar a uno el hilo, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>spedirlo.<br />

10 Ruín: ordinariamente sólo usado por el vulgo con la acepción <strong>de</strong> cobar<strong>de</strong>.<br />

11 Enfrentarse y encararse: Hacer frente con ánimo <strong>de</strong> resistir o <strong>de</strong> atacar.<br />

12 Templado: alentado, animoso.<br />

13 Tener tabaco en la vejiga: Igual significación que templado.<br />

14 Plumearse: tomar las <strong>de</strong> Villadiego, huir.<br />

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