03.04.2013 Views

TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

TOMO 2 Cuentos CPD p1-362.internet.indd - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n II | CUENTOS<br />

estaban cerca y ninguno <strong>de</strong> ellos se movió, ni dijo una palabra, quizá sobrecogidos por lo<br />

súbito <strong>de</strong> la trágica escena.<br />

—Uste<strong>de</strong>s vieron lo que ha ocurrido, amigos –dijo José guardando su revólver–. Recuer<strong>de</strong>n<br />

los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> este <strong>de</strong>sgraciado suceso, para el caso <strong>de</strong> que sean llamados a <strong>de</strong>clarar.<br />

He matado a Paco en legítima <strong>de</strong>fensa. Y ya lo saben: a mí no se me pue<strong>de</strong> ganar con barajas<br />

marcadas.<br />

José Paniagua se retiró con serenidad por la puerta <strong>de</strong>l patio, encaminándose don<strong>de</strong><br />

acostumbraba a <strong>de</strong>jar su caballo. Nadie lo siguió. Poco <strong>de</strong>spués perdíase en las sombras <strong>de</strong><br />

una callejuela vecina.<br />

El cuerpo <strong>de</strong>l muerto fue cubierto con una sábana en el mismo lugar don<strong>de</strong> cayó, y<br />

le colocaron cerca <strong>de</strong> la cabeza una vela encendida. Las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l lugar –el alcal<strong>de</strong><br />

pedáneo y un agente <strong>de</strong> la policía– llegaron como siempre, tardíamente, levantando el acta<br />

correspondiente.<br />

José Paniagua, hombre belicoso, jugador consuetudinario, aunque no <strong>de</strong> oficio, había<br />

matado a tres hombres en el curso <strong>de</strong> su vida tempestuosa, y, valiéndose <strong>de</strong> artimañas, <strong>de</strong><br />

malas leyes y <strong>de</strong> algún padrino influyente en la política, nunca visitó la cárcel por más <strong>de</strong> un<br />

mes. Él jugaba, no en busca <strong>de</strong> ganancias pecuniarias, sino por el placer <strong>de</strong> hacerlo, porque la<br />

emoción <strong>de</strong>l juego, con sus alternativas y azares, lo atraían, lo sojuzgaban. Su personalidad<br />

dominante le había granjeado muchos amigos. Locuaz, espléndido, buen bailador, amante<br />

<strong>de</strong> las fiestas, galanteador y buen tipo, tenía gran prestigio entre las mujeres, que eran, según<br />

él mismo <strong>de</strong>cía, su <strong>de</strong>bilidad más gran<strong>de</strong>.<br />

Después <strong>de</strong>l trágico acontecimiento, José se ocultó en los montes y luego se fue a otro<br />

lugar lejano, cansado <strong>de</strong> vivir escondido, prófugo <strong>de</strong> la justicia. En su vieja guarida <strong>de</strong> Los<br />

Mameyes no se le volvió a ver.<br />

Un año más tar<strong>de</strong> el poblado <strong>de</strong> El Carrizal tuvo el honor <strong>de</strong> ser elegido por José Paniagua<br />

como sitio <strong>de</strong> su resi<strong>de</strong>ncia, y allí se instaló, llevando una vida cómoda y tranquila,<br />

en la casa <strong>de</strong> la viuda Gonzalito, quien poseía el gran atractivo <strong>de</strong> tener una hija, todo un<br />

primor <strong>de</strong> juventud y belleza.<br />

José se <strong>de</strong>dicó a la compra <strong>de</strong> productos agrícolas, especialmente <strong>de</strong> maíz y habichuelas,<br />

y muy pronto el negocio prosperó, proporcionándole medios honestos <strong>de</strong> subsistencia. Como<br />

medida <strong>de</strong> precaución se alejó <strong>de</strong> las casas <strong>de</strong> juego.<br />

El Carrizal, ubicado en un pequeño valle, a la falda <strong>de</strong> una alta loma poblada <strong>de</strong> pinos,<br />

en la remota sección <strong>de</strong> El Memizo, sólo tiene una calle que la forman dos hileras <strong>de</strong> casuchas<br />

primitivas, construidas <strong>de</strong> tablas <strong>de</strong> palmera y techadas <strong>de</strong> hojas <strong>de</strong> cana. Presenta un bello<br />

panorama, con encantadores paisajes bucólicos. El río Sonador, <strong>de</strong> aguas claras y rumorosas,<br />

corre cerca entre bosques <strong>de</strong> pomarrosas y gigantes jabillos.<br />

En el centro <strong>de</strong>l poblado queda el mercado público, en una extensa enramada con amplio<br />

patio. En los días <strong>de</strong> mercado, una vez a la semana, acu<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las secciones vecinas y <strong>de</strong> los<br />

parajes próximos innúmeros campesinos a ven<strong>de</strong>r los productos <strong>de</strong> sus afanosas labores:<br />

café en grano, maíz, arroz, tabaco en rama, habichuela, miel <strong>de</strong> abeja, raspaduras, distintas<br />

clases <strong>de</strong> frutas, árganas, macutos y serones hechos <strong>de</strong> hojas <strong>de</strong> palma cana tejidas, recados<br />

<strong>de</strong> montar, sogas y cuerdas fabricadas <strong>de</strong> pita.<br />

El Carrizal se anima en los días <strong>de</strong> mercado; ofrece un aspecto pintoresco. Se nota en<br />

todas partes un ajetreo <strong>de</strong> colmena laboriosa. Llegan constantemente recuas <strong>de</strong> animales<br />

<strong>de</strong> carga. Jinetes en potros briosos corren <strong>de</strong> un lado a otro. Se ven mujeres vestidas con<br />

168

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!