11.05.2013 Views

El Copo De Nieve Ángela Grassi

El Copo De Nieve Ángela Grassi

El Copo De Nieve Ángela Grassi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

114<br />

<strong>De</strong>spués, fueron desfilando silenciosamente los unos en pos de los otros, con el<br />

corazón lleno de fe y la mente henchida de santos propósitos, y la iglesia quedó desierta.<br />

-Vaya usted a casa de la tía Ojazos, dijo Clotilde a su doncella, y dígala usted que<br />

haga dos ramos que quiero llevarme a casa. Aguárdeme usted allí. Voy a rezar un poco,<br />

y luego iré a buscarla.<br />

Alejóse Felisa, y Clotilde se sentó en un banco de piedra que había a la puerta de la<br />

ermita.<br />

Don Eustaquio que se había estado quitando los ornamentos sacerdotales, mientras el<br />

monaguillo apagaba las luces, salió el último de la ermita y cerró la puerta con llave.<br />

Mientras estaba cerrando, sintió que le tiraban suavemente de los pliegues de la<br />

sotana. Volvióse sorprendido, y vio a Clotilde.<br />

-Padre, dijo la hermosa con voz trémula. ¿Será cierto que la esposa, que consagra sus<br />

pensamientos y los latidos de su corazón a un hombre que no es su marido, pierde la<br />

inmaculada pureza de su alma, aunque no haya sido culpable, aunque jamás haya<br />

pensado en ser culpable?<br />

-Sí, hija mía; respondió vivamente el anciano. ¿Cómo puede la mujer entregar a otro<br />

hombre el amor que debe a su marido y permanecer pura? ¿Qué extraña doctrina sería<br />

esa? Cuando el alma inmortal y responsable está manchada, ¿qué importa que deje de<br />

mancharse el cuerpo, finito e irresponsable? Dios cuenta los propósitos mucho más que<br />

las acciones.<br />

Y además ¿no es el primer deber de la esposa labrar la felicidad del esposo? ¿Y cómo<br />

puede labrarla, si tiene el corazón y el pensamiento extrañados del hogar doméstico? Y<br />

además, ¿cómo puede impedir que ese extrañamiento no traspire, y sólo por las<br />

apariencias deshonre a su familia? Y además, quien acaricia un culpable pensamiento,<br />

está muy cerca de cometer la culpa: lo que el pensamiento acaricia, pronto lo acaricia la<br />

voluntad.<br />

Hablaba el buen anciano con tanto ímpetu, que Clotilde le interrumpió acongojada.<br />

-¡Pero, padre, me parecen esas doctrinas demasiado severas! <strong>El</strong> siglo progresa, y ya<br />

no se ven las cosas a la misma luz que se veían.<br />

-La verdad y la virtud, exclamó don Eustaquio, no admiten disfraz alguno. Tales<br />

corno salieron de las manos de Dios, caminan por la tierra, y caminarán hasta la<br />

consumación de los siglos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!