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El Copo De Nieve Ángela Grassi

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79<br />

ulcerado, y cuando concluyó de cantar se retiró del piano con las mejillas cubiertas de<br />

lágrimas, mientras los circunstantes conmovidos, electrizados, respondían a su canción<br />

con una salva de aplausos.<br />

Al ocupar de nuevo su asiento, Clotilde se vio rodeada de hombres y mujeres que la<br />

felicitaban por su triunfo, y la necesidad de sonreír y buscar frases de gratitud aumentaba<br />

su tormento.<br />

Hubiera deseado estar sola para dejar correr sus lágrimas y confiar al viento sus<br />

suspiros.<br />

Entonces oyó una voz conmovida, que murmuraba una súplica junto a ella.<br />

Levantó los ojos y vio a Miguel, pálido y con los ojos iluminados por un extraño<br />

fuego.<br />

Miguel era artista, y aquel canto apasionado había conmovido repentinamente todas<br />

las fibras de su alma.<br />

-¿Quiere usted otorgarme el honor de bailar conmigo?, replicó el joven con voz<br />

alterada por la emoción.<br />

La música alternaba con el baile, y el piano ya preludiaba un vals.<br />

-¡Oh!, no, dijo Clotilde, ¡me ahogo aquí!<br />

-¿Quiere usted que salgamos a dar una vuelta por la galería?, preguntó Miguel.<br />

Clotilde se levantó, apoyó su brazo en el del joven y ambos salieron a una galería<br />

circular que daba al jardín, defendida de la atmósfera exterior por un cierre de cristales.<br />

Hasta la misma barandilla llegaba el ramaje de los árboles y las rosas de guirnalda, que<br />

parecían subir a ofrecer a los habitantes de la casa sus encendidos botones.<br />

La noche estaba hermosa, la luna esparcía en torno sus rayos de luciente plata, y la<br />

brisa juguetona llenaba el espacio de perfumes y armonías.<br />

Clotilde abrió los cristales y se puso a contemplar el paisaje lleno de contrastes y<br />

misterios, pues mientras aquí y allá estaba envuelto en impalpables sombras, los rayos<br />

de la luna iluminaban con su brillante luz, ya una colina, ya una choza o un grupo de<br />

árboles que escondían en las nubes su frondosa copa.

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