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Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

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Viernes 17 <strong>de</strong> mayo, 1811:<br />

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

El zambo Francisco, luego <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar al padre Aldana acatarrado y ojeroso, al<br />

cuidado <strong>de</strong> los monjes franciscanos <strong>de</strong> La Paz, se dirigió al campamento <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong><br />

Machaca, don<strong>de</strong> sabía que se encontraban Mariano Ventura y Juan Altamirano; hacía<br />

bastante tiempo que se mantenía apartado <strong>de</strong> ellos. Tanto el padre Tomás Ascorra,<br />

capellán <strong>de</strong> los húsares <strong>de</strong> Güemes, como el ex Justicia Mayor, le advirtieron, a su<br />

ingreso en la villa La Paz, que ambos tramaban algo contra el padre Aldana, quien había<br />

estado insistiendo, ante los oficiales <strong>de</strong> alto rango <strong>de</strong> Castelli, en la necesidad <strong>de</strong><br />

moralizar el ejército, <strong>de</strong>shaciéndose <strong>de</strong> los malhechores que lo único que hacían era<br />

menguar el prestigio <strong>de</strong> los patriotas; inclusive en sus sermones predicaba contra la<br />

rapiña y el hurto; <strong>de</strong> ahí que el zambo había visto la necesidad <strong>de</strong> estar cerca <strong>de</strong> ellos, a<br />

fin <strong>de</strong> ponerse al tanto <strong>de</strong> sus planes. Des<strong>de</strong> luego que también estaba enterado <strong>de</strong> que<br />

Ventura y Altamirano, ya no querían tener ningún trato con él, por cuanto lo<br />

consi<strong>de</strong>raban un enemigo, por apoyar la campaña moralizadora <strong><strong>de</strong>l</strong> padre Aldana, según<br />

pensaban, en contra <strong>de</strong> ellos; entonces éstos aguardaban el momento propicio para<br />

acabar con lo que llamaban sus trajines <strong>de</strong>sestabilizadores, ultimándolos si acaso fuera<br />

necesario. Así pues, tan pronto como lo vieron, el mestizo le salió al paso, advirtiéndole<br />

que se cuidara y no se cruzara más en su camino. “Ya estáis advertidos, vos y el cura<br />

bastardo”, le dijo, colgando su fusil al hombro mientras montaba en su caballo. El<br />

zambo se dio cuenta <strong>de</strong> que los dos procuraban unirse a las fuerzas <strong><strong>de</strong>l</strong> coronel<br />

Francisco <strong><strong>de</strong>l</strong> Rivero, que en ese momento se aprestaba a salir <strong><strong>de</strong>l</strong> campamento, al<br />

mando <strong>de</strong> una fracción <strong>de</strong> su batallón <strong>de</strong> caballería. Corría la voz <strong>de</strong> que cerca al<br />

Azafranal, a este lado <strong><strong>de</strong>l</strong> Desagua<strong>de</strong>ro, un gran número <strong>de</strong> enemigos había<br />

incursionado, rompiendo el pacto <strong>de</strong> armisticio.<br />

Página 114 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

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