13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

si así lo hacían, tampoco tenía la certeza <strong>de</strong> que sus partes fueran veraces. Las más <strong>de</strong><br />

las veces no cumplían una or<strong>de</strong>n o le proporcionaban información falsa. Cuando los<br />

arrieros se <strong>de</strong>spedían, le dijeron que si acortaban por el <strong>de</strong>speña<strong>de</strong>ro que se hallaba a<br />

una legua <strong>de</strong> ahí, llegarían más rápido a Tucumán. “¿A Tucumán?”, preguntó, sintiendo<br />

dolor al pronunciar la primera sílaba <strong>de</strong> Tucumán.“¡Oh, Dios, cuánto he avanzado en<br />

tan precarias condiciones!”, pensó. Al poco rato aparecieron sus oficiales, con la<br />

noticia <strong>de</strong> que esos efectivos pertenecían a las fuerzas <strong>de</strong> las Provincias Unidas. Las<br />

ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> celeste, blanco y celeste, junto a otros distintivos que portaban, eran<br />

inconfundibles. Esa información, si bien complacía a Castelli, por estar ya en su<br />

territorio, no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> preocuparle, porque sabía que esos hombres habían sido<br />

<strong>de</strong>stacados por la Junta revolucionaria para conducirlo a Buenos Aires. Como siguiendo<br />

la huella <strong>de</strong> sus avanzadas, Castelli vio aparecer la aludida fracción <strong><strong>de</strong>l</strong> ejército que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía varios días había <strong>de</strong>tectado su presencia y, evi<strong>de</strong>ntemente, tenía la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />

llevarlo en custodia hasta Buenos Aires.<br />

Domingo <strong>25</strong> <strong>de</strong> agosto:<br />

Mientras las campanas <strong>de</strong> la Matriz y Santo Domingo repicaban llamando a<br />

misa <strong>de</strong> siete <strong>de</strong> la mañana, Pueyrredón abrió los ojos con la i<strong>de</strong>a fija <strong>de</strong> completar ese<br />

mismo día las cuatrocientas mulas que precisaba. Se vistió <strong>de</strong> prisa y llamó a su<br />

secretario, el alférez Molina, jalando el cordón <strong>de</strong> una campanilla que daba a la<br />

recamara <strong>de</strong> al lado. En la pared, encima <strong>de</strong> la jofaina y la jarra <strong>de</strong> porcelana con agua,<br />

sus ojos tropezaron, como todas esas mañanas, con la mirada atribulada <strong>de</strong> San Pedro<br />

Página 248 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!