13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

<strong>de</strong> Alcántara, pintado por Melchor Pérez <strong>de</strong> Holguín. No le gustaba esa expresión<br />

cadavérica. Sentía como si con su presencia atormentara al santo <strong>de</strong> la calavera. Por ello<br />

había pedido que dicho cuadro fuera trasladado a otro lugar, pero los guardianes <strong>de</strong> la<br />

Casa <strong>de</strong> la Moneda se mostraban remisos a alterar el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los muebles y <strong>de</strong> los<br />

cuadros que ahí se tenía. Los golpes en la puerta hicieron que se mojara prestamente la<br />

cara. “A<strong><strong>de</strong>l</strong>ante”, dijo, secándose con la toalla. Ingresó el alférez Molina, quien le<br />

informó que ya tenían algo más <strong>de</strong> 200 mulas y que pronto llegarían otras tantas; <strong>de</strong> tal<br />

suerte que al día siguiente, muy <strong>de</strong> madrugada, podrían salir <strong>de</strong> la ciudad con todos los<br />

caudales que ya estaban siendo ensaquillados. “¿Estáis seguro <strong>de</strong> que esas otras<br />

doscientas mulas llegarán hoy mismo?”, preguntó Pueyrredón, acomodándose en la<br />

cabeza la peluca <strong>de</strong> coleta. “La comisión que enviamos a Chichas llegará a medio día”,<br />

respondió el alférez. “¿Pero, estáis completamente seguro?”, insistió Pueyrredón,<br />

dudando, a pesar <strong>de</strong> que el alférez le había afirmado que esas mulas estaban en camino<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía varios días. Claro que su <strong>de</strong>splazamiento era muy lento, por los peligros que<br />

<strong>de</strong>bía afrontar la caravana, aparte <strong>de</strong> lo acci<strong>de</strong>ntado <strong>de</strong> su tramo, en medio <strong>de</strong> breñas y<br />

quebradas profundas, lo que le hacía temer que su partida podría ser aplazada por un<br />

día más. “¿Lo estáis?”, repitió. “No, su señoría”, ahora el alférez se mostraba<br />

preocupado, pues ellos estaban anoticiados <strong>de</strong> que Goyeneche venía a marcha forzada,<br />

a pesar <strong>de</strong> los esfuerzos <strong>de</strong> las guerrillas por contenerlo; todo se ponía más difícil para<br />

los porteños. Pueyrredón carecía <strong>de</strong> una fuerza suficiente como para hacerle frente; más<br />

aún teniendo una fracción <strong>de</strong> sus hombres concentrada en Puna, don<strong>de</strong> se había visto<br />

obligado a establecer un cuartel, con el fin <strong>de</strong> evitar que esos milicianos fueran<br />

conquistados por aquellos personajes que complotaban con i<strong>de</strong>as contrarias al régimen<br />

<strong>de</strong> los auxiliares patriotas. De igual modo, había intentado trasladar los caudales y<br />

<strong>de</strong>más objetos <strong>de</strong> seguridad a ese punto, que él consi<strong>de</strong>raba estratégico para sus fines,<br />

Página 249 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!