13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

Eudolinda que acababan <strong>de</strong> ingresar Elvira y Constancio, abrazados. Era increíble la<br />

felicidad que irradiaba esa pareja. Se aproximaron al maestro.<br />

a la luz.<br />

--Maestro –le dijo, Constancio--, aunque no lo merezco, quiero volver a la vida,<br />

--Siempre has estado en ella, Constancio, sólo que ahora lo vas <strong>de</strong>scubriendo –le<br />

respondió el maestro, y luego, también posando una mano sobre la cabeza <strong>de</strong> Elvira,<br />

oró con ellos, ungiendo los apagados ojos <strong>de</strong> Constancio con aceite.<br />

--El Señor Jesús, que <strong>de</strong>rramó su sangre para nuestra salvación, limpie tus ojos<br />

<strong>de</strong> toda sombra –dijo el maestro Moisés y al momento cayeron las escamas que<br />

nublaban los ojos <strong>de</strong> Constancio, quien lo primero que vio fue el rostro resplan<strong>de</strong>ciente<br />

<strong>de</strong> su benefactor y luego a Elvira que le sonreía con los pómulos surcados <strong>de</strong> lágrimas.<br />

Ahora al retornar a la casa, Constancio iba con ellos. Elvira apoyada en su brazo<br />

le hablaba <strong>de</strong> lo buenos que eran don Andrés y doña Isabel; luego le contó que el amo<br />

Juvenal continuaba en la ciudad <strong>de</strong> La Plata, atendiendo los negocios que había <strong>de</strong>jado<br />

la difunta madre <strong>de</strong> la señora Genoveva. Más atrás, el zambo Francisco caminaba al<br />

lado <strong>de</strong> Eudolinda. El sólo tenerla ahí, en la montaña <strong>de</strong> los carismáticos, le hacía sentir<br />

como si ella ya formara parte <strong>de</strong> sus creencias, <strong>de</strong> la fe y el amor supremo que, según le<br />

explicaba, anula las <strong>de</strong>sdichas; las anula haciendo que se las supere y sobrelleve <strong>de</strong><br />

manera positiva. Animado por esos sentimientos el zambo le exponía sus proyectos,<br />

las bonda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esa nueva vida que a cualquier creyente le prometía un sinnúmero <strong>de</strong><br />

bienaventuranzas. Su voz sonaba tranquila y confiada, como si él se hallara sin culpa<br />

alguna; aspecto que le extrañó a Eudolinda, quien, a pesar <strong>de</strong> oír esos proyectos tan<br />

altruistas, no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> pensar en lo que había ocurrido con el Maestre, en el robo que<br />

Página 243 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!