13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

conseguido un resultado positivo; “vendrá mi socorro”. No se atrevía a pensar qué<br />

otras cosas más le esperaban en la convulsionada villa, teniendo, para mal <strong>de</strong> sus<br />

pesares, a su esposo tan lejos. “Ama, pronto estaremos en un lugar más poblado”, le dijo<br />

Pedro, tratando <strong>de</strong> animarla, recostado en el otro extremo <strong><strong>de</strong>l</strong> landó. Tenía las manos<br />

llagadas y apenas podía sostener el pan que mascaba. “No es el trayecto lo que me<br />

preocupa”, respondió Isabel, esbozando una sonrisa consoladora, “sino lo que ya no<br />

tendré más en casa”.<br />

El coche había hecho un tramo <strong>de</strong>masiado largo para su capacidad <strong>de</strong><br />

resistencia, por lo que la vara y el crujiente ma<strong>de</strong>ramen que sostenían los ejes apenas<br />

habían resistido las últimas subidas que hubieron <strong>de</strong> vencer con gran dificultad. Esto,<br />

con el paso <strong>de</strong> las horas, se había hecho mortificante para Isabel; es <strong>de</strong>cir, le resultaba<br />

mortificante ver cómo esos dos muchachos, con las manos sangrantes, hacían lo posible<br />

por que el coche continuara en pie; en tanto ella, postrada entre los almohadones que le<br />

amortiguaban los golpes y sacudones, no podía ni apearse para aliviarles el trabajo;<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego que ellos, Pedro y Antonio, al igual que Eudolinda, realizaban ese esfuerzo<br />

<strong>de</strong> buen ánimo, y no sólo en consi<strong>de</strong>ración a su estado <strong>de</strong> gravi<strong>de</strong>z, sino porque ellos<br />

siempre habían sido voluntariosos tanto con su ama como con el Maestre; a ratos,<br />

Isabel se encontraba a punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sfallecer, con ganas <strong>de</strong> pedirles un alto en el camino,<br />

pero no se animaba a hacerlo, por cuanto estaba segura <strong>de</strong> que en ese ambiente húmedo<br />

y frío había algo que mero<strong>de</strong>aba, algo que ella consi<strong>de</strong>raba mucho más aflictivo<br />

todavía, quizá precisamente porque no podía explicarlo, y que ella, como mujer y<br />

madre, tan sensible como se hallaba, percibía que estaba ahí, latente, cerca suyo, tal vez<br />

como resultado <strong>de</strong> esa atmósfera <strong>de</strong> soldados y pólvora que implicaba el imperio <strong>de</strong> la<br />

violencia y <strong>de</strong> la muerte, y no sólo por lo que le hubiera ocurrido a su padre o a las<br />

Página 68 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!