13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

mensaje <strong>de</strong> paz. En cada quite les <strong>de</strong>cía que, hicieran lo que hicieran él siempre estaría<br />

presente en sus vidas. Sabía que el amor a Dios <strong>de</strong>bía ser activo; que sólo así iría ungido<br />

a su servicio. Sí, él estaba seguro <strong>de</strong> lo que tenía que hacer. “Hermanos”, ja<strong>de</strong>ó el<br />

zambo, “puedo amaros, a pesar <strong>de</strong> todo”. “¿Eh, qué? ¿Quieres morir, a manos <strong>de</strong> los<br />

que amas?”, Juan esbozó una mueca <strong>de</strong> burla. “¿Acaso no podéis sentir algo <strong>de</strong> amor ni<br />

siquiera entre vosotros?”, la voz <strong><strong>de</strong>l</strong> zambo sonaba contun<strong>de</strong>nte y segura, mientras<br />

mantenía la esperanza <strong>de</strong> que no le flaquearan las fuerzas. Trataba <strong>de</strong> probarles <strong>de</strong> que sí<br />

podía amarlos, hicieran lo que hicieran con él. “Puedo...”, repitió. Des<strong>de</strong> ya con<br />

Mariano era más fácil. Había compartido con él muchas experiencias que podía<br />

consi<strong>de</strong>rarlas gratas, hasta antes <strong>de</strong> la muerte <strong><strong>de</strong>l</strong> Maestre. “...amaros”. Sabía que: “El<br />

que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”, y ese sentimiento ya<br />

empezaba a palpitar en sus entrañas; sentimiento difícil <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r por los que en ese<br />

instante lo consi<strong>de</strong>raban su enemigo. Y así el zambo se <strong>de</strong>jó transportar por el<br />

enajenado <strong>de</strong>sprendimiento <strong>de</strong> sí mismo, sin esfuerzo ni temor, por cuanto se<br />

manifestaba libremente, animándole a continuar resistiendo, en procura <strong>de</strong> cambiar la<br />

actitud proclive al mal <strong>de</strong> esos hombres, a quienes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego había logrado<br />

<strong>de</strong>sconcertar --aunque uno <strong>de</strong> ellos todavía persistiera en su <strong>de</strong>spropósito--. Juan<br />

Altamirano, volviéndose a su compañero que parecía dispuesto a abandonar la<br />

contienda, exclamó en tono amenazante:<br />

zambo.<br />

--¡Tal parece que procuras no hacerle daño!<br />

--Es que es... muy escurridizo.<br />

--¡Mira, <strong>de</strong>bes atacar así! –y lanzó una estocada profunda que rozó el pecho <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

Página 266 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!