13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

cargados, salieron prestos a disparar contra el pueblo, como si así pudieran contener su<br />

reacción. La Parca festejaba el triunfo <strong>de</strong> la insensatez. Cuando la indignación ya ha<br />

colmado todo límite racional, no hay fuerza que pueda frenar su afán <strong>de</strong> hacer justicia;<br />

así que empezaron a llover piedras sobre los soldados <strong><strong>de</strong>l</strong> ejército libertador, quienes<br />

respondieron con el fuego <strong>de</strong> sus armas, haciendo que cayeran las primeras tres<br />

víctimas civiles.<br />

Ya había sido encendida la mecha <strong>de</strong> ese polvorín. La Parca se vanagloriaba,<br />

una vez más, <strong>de</strong> la brillante faena con la que extendía sus dominios. “Trabóse el<br />

combate <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la calle <strong>de</strong> la Ollería, don<strong>de</strong> los porteños se presentaron armados,<br />

corriendo hasta la plaza <strong>de</strong> armas, don<strong>de</strong> el pueblo situó su centro <strong>de</strong> operaciones”: El<br />

cronista que brindaba información al <strong>Potosí</strong> <strong>de</strong> entonces se había acomodado en un<br />

banquillo <strong>de</strong> la plaza, para escribir, al calor <strong>de</strong> la gritería y <strong>de</strong> los fogonazos que<br />

atronaban el ambiente. La gente chocaba y se empujaba entre la turbamulta. Y él,<br />

sentado, escribía y escribía, entregado con diligencia a su trabajo.“La primera<br />

arremetida naturalmente fue favorable a los que hacían uso <strong>de</strong> las armas <strong>de</strong> fuego,<br />

manejándolas con la <strong>de</strong>streza propia <strong>de</strong> los soldados <strong>de</strong> línea”, escribía, cambiando <strong>de</strong><br />

pluma hasta que las letras le salieran gruesas, manchadas; entonces probaba con otra<br />

pluma.<br />

--¡Pardiez! ¿Y ahora?--, exclamó cuando encontró que todas estaban gastadas.<br />

“Ya, ya”, suspiró mientras repetía mentalmente las palabras, para no per<strong>de</strong>r el hilo <strong>de</strong> su<br />

relato; cogió la navaja y les sacó filo, <strong>de</strong> prisa: “Ahora sí, ahora sí”, se dijo, pero faltaba<br />

algo, a veces le costaba hilvanar sus reflexiones, como le ocurría en ese momento: “A<br />

ver, ¿cómo era?” Las personas continuaban cruzando por la plaza, huyendo <strong>de</strong> los<br />

Página 197 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!