Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />
--Mirá, te ofrezco ese pinto bayo que está a mi cargo. Pertenece al<br />
teniente Godoy, que está malherido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace bastante tiempo, tuvo un duelo <strong><strong>de</strong>l</strong> que<br />
salió malparado.<br />
Algo <strong>de</strong> eso había oído comentar el zambo Francisco. No era nada extraño que<br />
en esa población <strong>de</strong> hombres armados –no obstante la pena <strong>de</strong> fusilamiento— un<br />
soldado atacara a su superior, sea éste sargento o capitán, <strong>de</strong>bido a agravios reales o<br />
imaginarios, castigos humillantes o insultos soeces. Si bien mentarle a uno la madre era<br />
<strong>de</strong> uso común y corriente para los oficiales respecto a la tropa, lo que sí ésta no admitía<br />
era poner en duda su hombría. Ahí les saltaba el coraje, armándose duelos como el que<br />
lo llevó al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la muerte al teniente Godoy que, a raíz <strong>de</strong> la batalla <strong>de</strong> Suipacha, se<br />
había ganado la animadversión <strong><strong>de</strong>l</strong> capitán Carlos Quirós; todo por haberse sentido<br />
obligado a romper el freno <strong>de</strong> la obediencia a un superior cobar<strong>de</strong> e inmoral. Ocurrió<br />
que luego <strong><strong>de</strong>l</strong> combate <strong>de</strong> Suipacha, el teniente Godoy <strong>de</strong>scubrió que el capitán Quirós<br />
saqueaba el equipaje <strong>de</strong> los enemigos, ultimando a los heridos para apropiarse <strong>de</strong> sus<br />
pertenencias. Cuando varios <strong>de</strong> sus camaradas celebraban la victoria obtenida contra las<br />
huestes <strong>de</strong> Sanz, Nieto y Córdoba, el capitán se afanaba por aparecer como un héroe,<br />
diciendo haber dado muerte a un sinnúmero <strong>de</strong> enemigos; entonces, el teniente le hizo<br />
alusión al <strong>de</strong>spojo <strong>de</strong> los muertos, preguntando con ironía: “¿Qué honor ha <strong>de</strong> tener un<br />
militar que roba a los muertos y mata a los heridos con el mismo fin?” Bastaron esas<br />
palabras para que el capitán se sintiera agraviado, no obstante <strong>de</strong> que su caballo y su<br />
persona cargaban los bienes sustraídos al enemigo. Cuando el mayor Zárate le preguntó<br />
al capitán si ello era evi<strong>de</strong>nte, éste, por toda respuesta, retó a duelo al teniente Godoy,<br />
sacando su sable. El duelo se llevó a cabo casi <strong>de</strong> inmediato, sin padrinos ni normas <strong>de</strong><br />
honor, con el capitán ensartando la espada en el pecho <strong><strong>de</strong>l</strong> teniente, a cuya consecuencia<br />
Página 116 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero