Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
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NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />
replegado al otro lado <strong>de</strong> dicho río; aspecto que favorecía sus planes y le <strong>de</strong>jaba<br />
expedita la entrada en la ciudad <strong>de</strong> La Paz. Así como había incrementado notablemente<br />
sus tropas también lo había hecho con sus caudales, beneficiando en gran medida su<br />
campaña.<br />
La marcha era lenta y sacrificada, con precipitaciones pluviales casi frecuentes,<br />
haciendo que los ríos cargaran sus aguas <strong>de</strong> manera que se hacía dificultoso el<br />
cruzarlos. El padre Aldana, había mejorado su cabalgadura en la ciudad <strong>de</strong> La Plata;<br />
ahora iba en un pinto bayo que, si bien era viejo, todavía trotaba a paso regular; los que<br />
no marchaban bien eran sus pulmones; a veces le costaba respirar; tosía y se ahogaba,<br />
hasta que le salió un esputo sanguinolento que lo escondió <strong><strong>de</strong>l</strong> zambo, <strong>de</strong> modo que no<br />
se diera cuenta <strong><strong>de</strong>l</strong> avance <strong>de</strong> su mal; constantemente tenía fiebre y siempre era asistido<br />
por el doctor Paroissien, quien le <strong>de</strong>cía que <strong>de</strong>bía quedarse a reposar en algún poblado.<br />
El padre le prometía hacerlo en cuanto arribaran a la ciudad <strong>de</strong> La Paz; el zambo que lo<br />
veía tan <strong><strong>de</strong>l</strong>gado, le obligaba a comer inclusive <strong>de</strong> su propia ración, tanto en los<br />
<strong>de</strong>scansos forzosos --por inclemencias <strong><strong>de</strong>l</strong> tiempo--, como en las postas. Una mañana<br />
fría se habían quedado rezagados, a campo abierto, lejos <strong><strong>de</strong>l</strong> resto <strong>de</strong> la tropa;<br />
entonces, no les había faltado que alguna rabona, que iba tras <strong>de</strong> su marido, se<br />
compa<strong>de</strong>ciera <strong>de</strong> ellos y les preparara una tizana caliente. El zambo siempre que podía<br />
le llevaba al padre Aldana una ración extra, consistente en fruta y verduras, por<br />
recomendación <strong><strong>de</strong>l</strong> médico; a ambos les preocupaba verlo tan <strong>de</strong>macrado, insistiéndole<br />
en que guardara reposo en algún poblado hasta que se sintiera mejor; pero el padre se<br />
había empecinado en llegar a La Paz, don<strong>de</strong>, con ayuda <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> su<br />
comunidad, podría hacer que Castelli reconsi<strong>de</strong>rara la situación <strong>de</strong> su hermana, y le<br />
hiciera <strong>de</strong>volver los anillos y el reloj <strong>de</strong> oro <strong><strong>de</strong>l</strong> Maestre y tampoco le arrebataran sus<br />
Página 77 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero