13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

En la puerta <strong>de</strong> la capilla se enmarcó una sombra que a los pocos feligreses que<br />

asistían a ese oficio religioso les pareció <strong>de</strong>scomunal. Era la silueta <strong>de</strong> Juan Altamirano,<br />

a caballo. Por <strong>de</strong>trás, aparecieron Mariano Ventura y varios hombres más. Eran los<br />

mismos que se habían llevado los caballos y la vaca <strong><strong>de</strong>l</strong> doctor Pedro Vicente Cañete,<br />

luego <strong>de</strong> ultrajar y asesinar a la muchacha que estaba a su servicio, en Villa Rosa, y<br />

que, en una quebrada, habían ultimado a un grupo <strong>de</strong> auxiliares <strong><strong>de</strong>l</strong> ejército <strong>de</strong> Balcarce,<br />

<strong>de</strong>spojándoles sus pertenencias.<br />

--Parece que no cabemos todos aquí --dijo Altamirano, esbozando un sonrisa<br />

procaz y burlesca. Su cabalgadura piafaba, zapateando nerviosamente.<br />

--¿Qué es lo que buscáis en la casa <strong>de</strong> Dios? –inquirió, sorprendido, el padre<br />

Cor<strong>de</strong>ro que se hallaba <strong>de</strong> rodillas frente al altar.<br />

--Vos lo acabáis <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, buscamos... ¡la casa <strong>de</strong> Dios! –respondió Altamirano,<br />

presionando en los ijares <strong>de</strong> su caballo para que avanzara por el angosto pasillo que se<br />

abría entre los bancos. Por <strong>de</strong>trás, se arremolinaban en la entrada sus acompañantes.<br />

Todos iban cargados <strong>de</strong> armas. Cada uno, a<strong>de</strong>más, tenía otros caballos y mulas con<br />

alforjas y pertrechos que habían sido tomados <strong>de</strong> sus ocasionales víctimas.<br />

--La verdad, padre, venimos a hacer una colecta para nuestra causa –agregó<br />

Juan, reclinado en su cabalgadura.<br />

--¿Qué causa es ésa, si se pue<strong>de</strong> saber? –inquirió el párroco.<br />

--¿No sabéis que estamos en guerra con los chapetones?<br />

--¿Y cuál es la fuerza a la que pertenecéis? –insistió el padre, mientras se ponía<br />

<strong>de</strong> pie, al igual que el hacendado cuya esposa había fallecido la semana pasada.<br />

--¡Ésta! –gritó Altamirano, avanzando con su caballo hasta el altar don<strong>de</strong> se<br />

apo<strong>de</strong>ró <strong><strong>de</strong>l</strong> copón y la patena <strong>de</strong> oro; ornamentos sagrados que brillaron por un instante<br />

Página 180 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!