13.05.2013 Views

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

encaminaría más al norte, don<strong>de</strong> también había guerra, en el territorio <strong>de</strong> Nueva España.<br />

Le había oído <strong>de</strong>cir que por ahí existía otro grupo <strong>de</strong> hermanos cristianos que<br />

atravesaban por serios problemas, cerca <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Caracas. Pedro y Antonio<br />

caminaban por <strong>de</strong>trás, comentando lo que habían visto en el socavón; a ratos, Antonio<br />

se ponía taciturno y parecía no escuchar lo que le <strong>de</strong>cía su hermano. Pedro le hablaba <strong>de</strong><br />

la esperanza que tenía por encontrar pronto a sus padres y estar <strong>de</strong> nuevo con ellos en<br />

Mojotoro.<br />

Sábado 24 <strong>de</strong> agosto:<br />

Al ingresar en el poblado don<strong>de</strong> se hallaba la posta <strong>de</strong> Monagasta, en Santiago<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> Estero, Castelli quiso pasar por la casa <strong>de</strong> la ancianita que le había impresionado<br />

vivamente al obsequiarle una flor y, sobre todo, al darle una respuesta singularmente<br />

patriótica cuando él le preguntara por su edad. En esa única y solitaria calle, <strong>de</strong>tuvo a<br />

sus hombres frente a la casa, cuyas tapias bajas y <strong>de</strong>rruidas continuaban tal como las<br />

había visto la primera vez. Se aproximó a la <strong>de</strong>svencijada puerta, y se encontró con dos<br />

niños que jugaban en el suelo, con unas habichuelas. Les preguntó por la anciana que<br />

vivía ahí. Uno <strong>de</strong> los niños le respondió: “Ya no vive”. “¡Ah! ¿Y dón<strong>de</strong> la puedo<br />

encontrar?”, volvió a preguntar Castelli. “No sé”, respondió el niño. “¿No sabes?”,<br />

Castelli, que pensó no haber escuchado bien. “Debe estar en el Cielo”, respondió el otro<br />

niño. “¿Ha muerto, entonces?”, Castelli. Por toda respuesta ambos niños movieron la<br />

cabeza afirmativamente. Castelli, volviéndose hacia sus hombres, les dijo: “Era una<br />

verda<strong>de</strong>ra patriota”, y montó en su caballo.<br />

Página 245 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!