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Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:

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NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />

evi<strong>de</strong>ncia, se le corta la respiración, y apenas pue<strong>de</strong> salir <strong>de</strong> la sorpresa que, <strong>de</strong> alguna<br />

manera, ya era esperada.<br />

--Llegáis tar<strong>de</strong>, padrecito –le dice luego el guardia, con tono burlón--. Ahí están<br />

el capellán y otro cura más para confesar a los reos.<br />

Los guardias parecían regocijarse con las tribulaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> padre Aldana; quien<br />

sentía con más fuerza los latidos <strong>de</strong> su corazón, alborotándosele la sangre en las sienes;<br />

estaba frente a uno <strong>de</strong> los asesinos <strong>de</strong> su padre. Por fin se veía cara a cara con uno <strong>de</strong> los<br />

cómplices <strong><strong>de</strong>l</strong> zambo Francisco; el otro, tal vez el <strong>de</strong> más cuidado, que según sabía era<br />

mestizo, estaría junto al resto <strong>de</strong> los guardias que lo acompañaban; en tanto el zambo,<br />

luego <strong>de</strong> haber sido puesto en libertad –<strong><strong>de</strong>l</strong> que le habían indicado que también se<br />

hallaba agregado a ese ejército--, quizá estuviera por ahí cerca. El Alguacil le había<br />

advertido que todos esos hombres eran unos <strong><strong>de</strong>l</strong>incuentes peligrosos, más aún<br />

encontrándose al amparo <strong>de</strong> las tropas <strong>de</strong> Castelli. Pero el padre no les temía. Fijándose<br />

con atención, percibía que ese guardia más parecía ser criollo que mestizo. Tan seguro<br />

estaba <strong>de</strong> su impunidad que no se inmutaba en mostrar el anillo <strong>de</strong> su víctima. No le<br />

cabía duda <strong>de</strong> que se trataba <strong>de</strong> Mariano Ventura, el secuaz <strong><strong>de</strong>l</strong> que había hablado en<br />

su confesión el zambo. El otro... , Juan Altamirano, ¿estaría ahí <strong>de</strong>ntro?<br />

--¿Vosotros estáis <strong>de</strong> agregados? –preguntó el padre.<br />

--Servimos a la causa <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Buenos Aires, que respalda a nuestro rey<br />

cautivo –respondió Mariano Ventura, el mismo que, como todos en la villa, sabía la<br />

relación <strong>de</strong> parentesco existente entre el padre Aldana y el Maestre Benito Cienfuentes.<br />

Página 36 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero

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