Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />
que tan celosamente guardaban en la Casa <strong>de</strong> la Moneda, tar<strong>de</strong> o temprano pasaría a sus<br />
manos. Lo que ahora recibía le parecía insuficiente, a pesar <strong>de</strong> que los empleados <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
cerro y <strong><strong>de</strong>l</strong> Ingenio <strong>de</strong> Siporo le habían cedido sus sueldos <strong>de</strong> mes, íntegros. Pensaba<br />
que había que afectar los bienes <strong>de</strong> los pizarristas, incautándolos en beneficio <strong>de</strong> las<br />
fuerzas libertarias que él comandaba. Una campaña bélica era costosa no sólo en vidas,<br />
sino también en caudales que especialmente <strong>de</strong>bían provenir <strong>de</strong> los enemigos <strong>de</strong> la<br />
corona. “Vamos a combatir a los chapetones con todos los recursos posibles”, <strong>de</strong>cía, al<br />
encomendar el estudio <strong>de</strong> quienes podrían ser afectados con la medida que lanzaría muy<br />
pronto, probablemente en Charcas, por ser la se<strong>de</strong> audiencial.<br />
Isabel, convencida <strong>de</strong> que le era imposible entrevistarse con Castelli en la villa,<br />
al saber el día y la hora <strong>de</strong> la partida <strong>de</strong> las tropas, <strong>de</strong>cidió abordarlo en la primera posta<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> camino a Charcas, por lo que <strong>de</strong>bía salir lo más pronto posible. Así pues hizo que le<br />
prepararan la calesa <strong>de</strong> dos caballos --que en realidad era un landó reforzado en el que<br />
solían trasladarse a la hacienda que tenían cerca a las aguas termales, en Mojotoro--;<br />
también llevarían una acémila <strong>de</strong> carga. Isabel iría en compañía <strong>de</strong> la grácil y<br />
encantadora mulata Eudolinda y dos criados <strong>de</strong> confianza, Pedro, <strong>de</strong> quince años, y<br />
Antonio, <strong>de</strong> diecisiete; ambos eran hermanos, proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> una familia <strong>de</strong> esclavos<br />
comprados y liberados por el Maestre, pero que residían en Mojotoro. El viaje no sería<br />
muy largo, sin embargo Isabel había visto por conveniente aprovisionarse mejor que en<br />
otras oportunida<strong>de</strong>s, teniendo en cuenta que estaban cerca <strong>de</strong> la Navidad y <strong><strong>de</strong>l</strong> Año<br />
Nuevo, por lo que necesariamente luego <strong>de</strong>bían pasar a la hacienda, don<strong>de</strong> ella pensaba<br />
quedarse hasta el arribo <strong>de</strong> su esposo; por otra parte, no sabía cuánto tiempo tardaría<br />
Castelli en ese su recorrido. Por fin, la mañana <strong><strong>de</strong>l</strong> 21 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> ese crucial año<br />
<strong>de</strong> <strong>1810</strong>, Castelli, en compañía <strong>de</strong> los generales Balcarce y Viamont, se dirigió a la se<strong>de</strong><br />
Página 57 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero