Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
Potosí, mediodía del domingo 25 de noviembre, 1810:
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
NoticiasBolivianas.com - El portal <strong>de</strong> noticias <strong>de</strong> COMECO<br />
hombres más”, palabras que caen al suelo, muertas. “...el futuro Rector <strong>de</strong> la<br />
Universidad <strong>de</strong> Charcas”. Los hombres que Castelli iba recogiendo en su retirada<br />
hacia el sur estaban exhaustos con tanta marcha y contramarcha; pues tan pronto se<br />
dirigían a <strong>Potosí</strong>, trepando montañas y va<strong>de</strong>ando ríos, como luego recibían la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
volver sobre sus pasos para encaminarse a otro lugar, que en ese caso era Tupiza, y,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> unas vueltas confusas, se enteraban <strong>de</strong> que el doctor se había animado a<br />
tomar nuevamente la ruta a <strong>Potosí</strong>; hasta que, al estar cerca, divisando el cerro <strong>de</strong> plata,<br />
sus líneas a<strong><strong>de</strong>l</strong>antadas le hicieron llegar la noticia <strong>de</strong> los sangrientos sucesos <strong>de</strong> la<br />
Ollería; entonces, el doctor Castelli, todavía confundido con la realidad histórica que se<br />
había creado en esas provincias, no tuvo más remedio que tomar otro rumbo. “Soy...<br />
¿Quién soy?”, pero siempre hacia el sur, concretamente a Buenos Aires, don<strong>de</strong> los<br />
miembros <strong>de</strong> la Junta Revolucionaria requerían <strong>de</strong> su presencia. “¿Seré el Consejero,<br />
todavía?”; <strong>de</strong> ahí que, teniendo en cuenta a<strong>de</strong>más la peculiar naturaleza <strong>de</strong> sus<br />
hombres, se <strong>de</strong>splazaba bor<strong>de</strong>ando los poblados a los que, según pensaba, ellos no<br />
tendrían ningún reparo en saquearlos, aparte <strong>de</strong> que probablemente tampoco serían bien<br />
recibidos; situación riesgosa para una fuerza limitada, con cerca a 200 hombres mal<br />
armados y peor alimentados --temerosos <strong>de</strong> que Goyeneche pudiera alcanzarlos--; así<br />
que había que ir con cautela, soslayando todos esos obstáculos; por otra parte, tampoco<br />
sabía a ciencia cierta qué había ocurrido con Balcarce y Viamont; <strong>de</strong> Díaz Vélez,<br />
aunque sin confirmar, le llegó la noticia <strong>de</strong> que había sido <strong>de</strong>rrotado en la batalla <strong>de</strong><br />
Hamiraya, cerca a Cochabamba; lo cual complicaba su situación, optando por ir<br />
directamente a Buenos Aires; <strong>de</strong> ahí que era preciso que se reaprovisionaran no sólo <strong>de</strong><br />
víveres, sino también <strong>de</strong> armas, habida cuenta <strong>de</strong> que en ese territorio operaban algunos<br />
grupos <strong>de</strong> insurgentes, <strong>de</strong>dicados al pillaje, sin que se supiera si eran realistas o<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistas y que si les estaban siguiendo los pasos o no. Pero, aunque no tenía<br />
Página 209 <strong>de</strong> 295 La Saga <strong><strong>de</strong>l</strong> Esclavo – Adolfo Cáceres Romero