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ICOM International Council of Museums - International Institute for ...

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A pesar de sus cualidades trascendentales, los museos históricos han venidocomportándose como espacios del aburrimiento y el monumentalismo.11 Desde elúltimo tercio del siglo XIX, legitimaron un modo de “exhibir” la historia y, con el pasodel tiempo, crearon una nueva lejanía con sus espectadores. Orientadospredominantemente a los públicos escolares, los museos convirtieron al pasadoimaginario en un pedazo mudo en un recinto solemne. En la actualidad, los museos dehistoria en México, atraviesan por una triple crisis de paradigma: 1) de ordenrepresentacional; 2) de prácticas de gestión, y 3) de políticas de enseñanza de lahistoria, que requieren cada vez más del concurso de los especialistas.12 Sugierocomo esclarecimiento de esa crisis cuatro aproximaciones temáticas bajo un mismoconjunto de anomalías.IPrimero, consideramos que los museos de historia constituyen una dimensióninterpretativa de la historiografía, o sea, no sólo de los hechos ocurridos (vacíos en símismos), sino también de sus relatos y prácticas comunicativas (ritos, gramáticaobjetivada, escenificaciones). Porque el museo en general además de constituir unmedio de transmisión de cánones científicos y estéticos opera como un espacio desociabilidad. En el caso de los museos de historia, como ocurre en numerosos museoslatinoamericanos del género histórico-arqueológico desde comienzos del siglo XX, latransmisión de saberes sobre el pasado se acompañó de prácticas comunicativas,como las del sistema escolar o las de los rituales cívicos-políticos. Los procesos de<strong>for</strong>mación de los estados nacionales hicieron de los museos históricos espacios deconstrucción de sociabilidades modernas como las de la ciudadanía letrada, junto consímbolos de unidad del Estado. Un proceso semejante ocurre en los museosnacionales y/o universales de Washington, Londres, París o Berlín, que recrearon ensus reliquias colectivas imaginarios patrióticos (e imperiales) e hicieron de los museosde historia templos de identidad.13 Está por verse si en las sociedades post-colonialesresulta viable pensar en un paradigma representacional post-nacional.IIUn segundo eje plantea la diferente <strong>for</strong>ma de narración de la escritura historiográficacon respecto a la museografía. La linealidad y abstracción del trazo escriturístico nocontiene la corporeidad de los objetos museográficos. La lectura de las coleccionesmuseográficas se experimenta en un espacio fragmentario de mirada dirigida. Pareceuna gramática objetivada porque su relato se configura también mediante uncomienzo, un desarrollo y un final.14 Sin embargo, la fragmentación del espaciomuseográfico hace discontinuos los tejidos narrativos y los significantes del objetomuseográfico son irreductibles a un significado preciso. Éste sólo se obtiene mediantelos referentes culturales y educativos que producen el sentido de cualquier exposiciónmuseográfica. El estudio de los museos históricos requiere de nuevas teorías de lareferencialidad. En consecuencia, las visitas guiadas, el audio-guía, los folletosin<strong>for</strong>mativos y todas aquellas herramientas que desarrollen mejor los programasnarrativos de las exposiciones tienden a un mejoramiento cualitativo de los mensajesmuseográficos. Lejos de imponer el silencio, los museos de historia requieren delretorno de la oralidad. El giro comunicativo en los museos de las últimas décadas hapuesto en un lugar problemático al gesto museográfico moderno de los siglos XVIII-XIX: exhibir-ocultando/mostrar-prohibiendo.1511 Lo que también es característico de nuestra condición moderna. Véase, Aloïs Riegl, El culto moderno a losmonumentos. Caracteres y origen, 1ª. Edición alemana 1903, traducción Ana Pérez López, Madrid, Visor, 1987 (Labalsa de la medusa).12 Actualmente en México hay un cierto consenso al respecto. Véase, Asociación Mexicana de Pr<strong>of</strong>esionales enMuseos, Balance y Perspectivas, México, edición electrónica, 2006.13 Véase, John R. Gillis (editor), Commemorations. The Politics <strong>of</strong> National Identity, Princeton, New Jersey, PrincetonUniversity Press, 1994.14 Fiel a Greimas, véase a Zunzunegui, Metamorfosis de la Mirada…Op. Cit.15 Luis Gerardo Morales, “Ojos que no tocan: la nación inmaculada” en Ilán Semo (coord.), Las representaciones de laNación, México, CONACULTA (En prensa).80

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