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La Historia Secreta del Dia D - Ben Macintyre

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Escarapela

La red de Garbo (Pujol) se hizo más y más elaborada, conforme se añadían a su

lista nuevos espías ficticios. La viuda de William Gerbers, el espía asesinado en

Liverpool, se apuntó para ocupar su lugar; el « Agente Dagobert» , el

« indeseable» marinero de Swansea, comenzó a captar a sus propios subagentes,

llegando a crear un equipo de siete miembros. Y lo más importante, Garbo alistó

a un operador de radio. Las cartas con tinta invisible eran lentas y engorrosas;

una conexión inalámbrica aceleraría las comunicaciones con Madrid. Garbo dijo

a sus controladores alemanes que el camarero gibraltareño, « Fred» , había

encontrado a un amigo, un republicano español, con un radiorreceptor y que

estaba dispuesto a utilizarlo en nombre de Pujol. En realidad el radiorreceptor era

manejado por Charles Haines, antiguo empleado del banco Lloy ds y

radioaficionado que ahora estaba en la Sección de Seguridad del Cuerpo de

Campaña de Inteligencia.

Los alemanes proporcionaron a Pujol un código, que Liddell describió como

« quizá el código de mayor nivel utilizado por la Abwehr nunca» . [696] El

volumen y velocidad del tráfico de Garbo aumentó exponencialmente. « La

banda de una persona de Lisboa desarrolló una orquesta que interpretaba un

programa progresivamente más ambicioso» , [697] escribió Masterman. Un

informe para Churchill cantaba los elogios del español: « El propio Garbo trabaja

una media de seis a ocho horas al día: redacta cartas secretas, realiza labores de

cifrado, escribe textos de tapadera y planifica el futuro. Afortunadamente tiene

un estilo simple y morboso, gran ingenuidad y un celo apasionado y quijotesco

hacia su tarea» . [698] Parecía que todo el mundo estaba encantado con Juan

Pujol, excepto la Sra. Pujol. Ya que mientras su vida secreta florecía, su vida

doméstica avanzaba a trompicones.

Araceli Pujol estaba sola, tenía morriña y era una cascarrabias. Le

prohibieron que estuviera en contacto con la comunidad española de Londres por

miedo a que dejara caer algo. No hablaba inglés, no tenía amigos y muy pocas

veces abandonaba la casa de Crespigny Road. A Tommy Harris no le gustaba la

« Sra. G» ., y describía a Araceli como « una mujer histérica, malcriada y

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