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La Historia Secreta del Dia D - Ben Macintyre

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«¿Acaso no tengo cuidado siempre?»

Bruto, Bronx, Tesoro, Triciclo y Garbo nunca se conocieron. Sin embargo,

individual y conjuntamente, conforme avanzaba la primavera y los ejércitos

aliados se preparaban para el mayor ataque anfibio de la historia, tejían un tapiz

de mentiras tan espeso y amplio que podría haber envuelto a todo el sistema de

inteligencia alemán. En abril de 1944, la ansiedad seguía siendo alta y las

expectativas bajas: Tommy Harris declaró que el esfuerzo merecería la pena si

el engaño simplemente provocaba que « una división dudara cuarenta y ocho

horas antes de proceder a oponerse a nuestro desembarco en la península de

Cherburgo» . [1274] Mientras el ejército real se reunía en el suroeste para atacar

Normandía, los agentes dobles desplegaban su falso ejército en el sureste y en el

norte. Al principio Pujol y Harris tan solo espolvoreaban de mentiras el « pienso

para pollos» , pero ahora comenzaron a « aumentar el porcentaje de falsedades

en la mezcla hasta que toda la sustancia de nuestros informes estuvieron basados

en mentiras o invenciones» , [1275] una sostenida andanada de engaños.

El último informe de Popov a Lisboa había determinado los nombres y

lugares de unidades dentro de la fuerza invasora ficticia; sabiendo que ahora los

alemanes estarían prestando atención, los agentes dobles comenzaron a mover

las unidades hacia el sur y el este. Las Fuentes Más Secretas mostraban que los

informes de Garbo, cinco o seis al día, eran transmitidos a Berlín, de manera

rápida y casi literal, junto a sus análisis sobre su significado. El engaño estaba

siendo inyectado directamente en el sistema nervioso central del Tercer Reich.

Los mentirosos se preguntaban si estaban siendo demasiado sutiles. ¿Captarían

los alemanes las pistas y llegarían a las conclusiones adecuadas? A modo de

prueba, Tar Robertson convocó a un « experto militar que no había tenido tratos

con la B1A» , [1276] lo sentó con cuarenta cajas de papel —todo el tráfico de los

agentes dobles desde marzo de 1943 hasta abril de 1944— y le pidió que lo

interpretara. El pobre se sumergió en los archivos todos los días durante dos

semanas, y después ofreció sus conclusiones sobre lo que los alemanes debían

estar pensando:

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