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La Historia Secreta del Dia D - Ben Macintyre

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egoísta» . [699] Pero sus quejas no eran poco razonables: su marido se levantaba

al amanecer y trabajaba hasta tarde; cuando finalmente volvía a casa en

Hendon, estaba agotado e irritable; se suponía que ella tenía que cocinar, limpiar

y cuidar de su hijo. Ella le amenazó con dejarle, pero no tenía adónde ir. En

Crespigny Road n.º 35 resonaban las voces altas en castellano y la vajilla rota. La

relación de los Pujol estaba sometida al tipo de tensión que es habitual en muchos

matrimonios, la única diferencia era que su falta de armonía doméstica

representaba una amenaza directa al proy ecto de la Doble Cruz. Juan Pujol no

era el único hombre que utilizaba « ganar la guerra» como excusa para tener

abandonada a su mujer. Pero en este caso resultaba ser cierto.

Araceli primero pidió, después suplicó y, por último, exigió que le permitieran

volver a España, aunque solo fuera « una semana» . [700] Harris fue fríamente

poco comprensivo, sugiriendo que estaba « desequilibrada» . [701] Araceli

estalló. El 21 de junio de 1942 telefoneó a Harris y le amenazó con destruir toda

la red de Garbo al revelar sus actividades a las autoridades diplomáticas

españolas: « Te digo por última vez que si para mañana a estas horas no me has

traído mis papeles para que me vay a del país inmediatamente —porque no

quiero seguir viviendo con mi marido cinco minutos más— iré a la embajada

española. Tendré la satisfacción de haberlo estropeado todo. ¿Entiendes? No

quiero vivir ni un día más en Inglaterra» . [702] Sin duda Harris lo entendía.

Había que parar a Araceli. Se ocupó de someter a vigilancia la embajada de

España, de modo que pudiera ser arrestada si aparecía por allí. También valoró

advertir a la embajada de que « una mujer con la descripción de la Sra. G. está

deseosa de asesinar al embajador [lo cual] aseguraría que sería expulsada si

intentaba ir a la embajada» . [703] Liddell pensaba que lo mejor sería

encerrarla. Robertson dudaba si ir él mismo a Crespigny Road y « leerle la

cartilla» . [704] Hasta Churchill fue informado del « arrebato de celos» [705] de

la Sra. Garbo y su amenaza de « echar a perder todo el proy ecto» . [706] Pero

fue el propio Pujol el que propuso un plan drástico para someter a su mujer

mediante subterfugios.

Al día siguiente llegó un oficial de la Rama Especial a Crespigny Road n.º 35

y le dijo a Araceli que su marido estaba detenido y que necesitaba recoger su

cepillo de dientes y su pijama. Juan Pujol había querido dejar de ser agente

doble, le explicó el oficial, porque ella había amenazado con « revelar todo el

asunto» . [707] La creencia de que ella había sido la causante del arresto de su

marido, provocó un « ataque de histeria» [708] por parte de Araceli. Llamó a

Harris hecha un mar de lágrimas e insistió en que « su marido siempre había sido

leal a ese país y estaría dispuesto a sacrificar su vida por nuestra causa» . [709]

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