presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

el importe de ropa o alimentos que adquiría en la tienda de raya, los pagos por
concepto de tributo, obvenciones religiosas y otros gastos: es decir, no había pago
diario o semanal del salario, sino creación de un crédito a cuenta del salario
pactado. No era, pues, un auténtico pago al trabajo pactado; sólo una parte
mínima se entregaba en dinero. Más bien percibían medios de subsistencia
parciales (préstamos, raciones, vivienda, usufructo de alguna tierra). Aunque la
contratación de jornaleros estacionales y acasillados se establecía en términos
monetarios, en realidad se trataba de prestaciones de trabajo a cambio de acceso
a los recursos de la hacienda. Estos trabajadores jurídica y políticamente, fueron
los hombres menos libres por más que su estatuto legal así lo manifestase. Era
gente recluida en chozas, barracas y cuadrillas vigiladas, sin la posibilidad de
abandonar su trabajo ni por la fuga.
La conquista y la colonización trajeron cambios importantes en el sistema laboral y
en las instituciones económicas y sociales, porque cualquier tipo de accion al
respecto se articulo desde una perspectiva del mercado mundial. Dentro de este
contexto, no debemos perder de vista que la comunidad indígena colonial la
manejó el Estado, para asegurar el control de la población. Aunque hay diferentes
facetas que parecen haber sido la continuidad de las formas de organización
prehispánica, el resultado palpable fue la permanencia de una poblacion en su
mayoría campesina, sujeta, política y económicamente al nuevo sistema, con una
sobreexplotación de la fuerza de trabajo del campesino indígena. Aguascalientes
fue región de atracción para esta mano de obra más que de expulsión; la afluencia
humana procedió fundamentalmente de las comunidades caxcanes de Zacatecas,
Nochistlán, Jalpa, Juchipila, Apozol y Tlaltenango y de las comunidades tecuexes
alteñas, Teocaltiche, San Gaspar, Mitic, Acatic, Yahualica, Mexticacán y
Atoyonalco.” 74
En otro de sus textos referente de manera general a: “Los Altos de Jalisco:
panorama histórico de una región y de su sociedad hasta 1821”; 75 expone sus
consideraciones sobre el contenido en su PRESENTACIÓN, fechada en
Aguascalientes, en el año de 1989, hace una serie de consideraciones sobre el
trabajo del historiador, las concepciones y deseos personales para la región y
algunos reconocimientos. Por principio dice: “Escribir una historia resulta una
responsabilidad inmensa por ser una tarea compleja y porque lleva en sí lo difícil y
comprometedor que contiene la ciencia histórica. Posiblemente, más la historia de
una región, como Los Altos de Jalisco, por la dificultad que existe en presentar un
cuadro vivo de todos los acontecimientos ocurridos allí, ya que muchos de ellos —
si no la mayoría— se reducen a un corto número de hechos "importantes". Sin
embargo, esto no seria motivo suficiente para dejar de abordar un trabajo así
sobre todo si se considera necesario para la historiografía regional, puesto que
enriquecería el acervo existente e ilustraría a sus habitantes.
Una historia regional está encaminada a conocer el vivir, el pensar y el actuar de
determinada región; en nuestro caso, el pensar, el vivir y el actuar de Los Altos de
74 Ibdem. Pp. 18-26.
75 Gutiérrez Gutiérrez, José Antonio. LOS ALTOS DE JALISCO. Panorama histórico de una región
y de su sociedad hasta 1821.Ed. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Dirección General de
Publicaciones. México. 1991. pp. 9-12.
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