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presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

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área tan importante. La Historia de la Parroquia de la Asunción de las Aguas<br />

Calientes, se ha fijado como objetivo analizar el actuar <strong>del</strong> hombre, eclesiástico o<br />

laico, que gestó esta historia particular; su grado de participación en el entorno y<br />

su relación con las diversas instituciones eclesiales. Es la perspectiva <strong>del</strong> hombre<br />

y las instituciones desde la evangelización hasta 1899. Partimos de que es<br />

producto de un proceso histórico, que ha sido posible obtener después de analizar<br />

en el entorno acciones y contenidos ideológicos y sociales tomados<br />

retrospectivamente. Se esfuerza por presentar el panorama uniforme de una<br />

historia particular forjada en la expansión e interacción de los individuos. Es de<br />

hacer notar que, como acontece en toda historia nacional, por necesidad de<br />

comprensión hacemos aquí más de una distinción, quizá apenas perceptible. Se<br />

habla de estilos de vida secular o personal, que se desparrama matizado como<br />

dicen los antropólogos en las características intrasociales, y que no dejan de<br />

relacionarse con la dinámica de los acontecimientos ocurridos en el tiempo y<br />

espacio historiado, en bien de la cohesión. Este trabajo es el primero en su género<br />

que historia integralmente la vida de la parroquia y que rescata el abundante<br />

material e<strong>xi</strong>stente para dar a conocer la institución. He procurado tomar en cuenta,<br />

si no todas las fuentes, un buen número de ellas para apreciar su verdadero valor.<br />

Al realizar este trabajo pasaron por mis manos documentos originales<br />

valiosísimos, la mayor parte de ellos desconocidos; y si no se tomaron todos en<br />

cuenta, sí se aprovecharon debidamente como base <strong>del</strong> relato. Se ha procurado<br />

realizar los acontecimientos con un criterio más académico que emotivo, de<br />

acuerdo a las variaciones naturales que los acontecimientos han sufrido de<br />

generación en generación y con la plena conciencia de quien vive sus<br />

consecuencias. En el análisis <strong>del</strong> material se ha tenido presente el sentido que<br />

tiene para la Iglesia y para los católicos la historia: que tiene inteligibilidad sólo<br />

desde la fe, aunque incluya en su ámbito lo profano y lo material. Quiero hacer<br />

notar a los que piensan o quieren ver su ámbito constreñido a sólo lo religioso o lo<br />

sagrado, que con frecuencia nos apoyamos en las influencias sociales y<br />

culturales, corrientes ideológicas y factores político-económicos para mejor<br />

entender la perspectiva general. No se debe perder de vista que es tarea propia<br />

de los fieles y de la Iglesia trabajar por el cristianismo <strong>del</strong> mundo en que se<br />

mueven y, por tanto, no puede ignorar el mundo en que vive el cristiano ni<br />

tampoco resignarse a un quietismo social. La historia no es producto de<br />

momentos, aunque algunos de éstos puedan jugar un papel trascendente, sino<br />

sucesión de fenómenos que abarcan hasta siglos. Desde esta perspectiva, la<br />

Parroquia de las Aguas Calientes nunca estuvo aislada, porque no fue simple<br />

ejecutora de normas locales. Participó en una amplia interacción política, religiosa,<br />

cultural y económica. Fue actora y gestora en su entorno de hechos<br />

trascendentes; hasta coadyuvó en muchos nacionales y regionales. ¡Qué bueno<br />

que la Iglesia reconoce en la conducta de su pueblo intenciones y acciones no<br />

siempre religiosas o espirituales y que acepta que en ellas se mezcle lo material,<br />

el pecado! Matizar estos campos es difícil y <strong>del</strong>icado para un historiador laico. Es<br />

incómodo deslindar hechos que alcanzan una coloración ambigua en<br />

determinados momentos; pero porque se dan, estamos obligados a interpretarlos<br />

a la luz de la historia. La correcta interpretación de cada uno de los hechos debe<br />

ser la garantía de que estamos haciendo verdadera historia y es que es deber <strong>del</strong><br />

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