presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

del oro y trabajo del dorado, el maestro García Castañeda 100 pesos, 40 don
Vicente Mazon, 23 don Pedro Gutiérrez, 25 el mayorazgo D. Francisco Javier
Rincón Gallardo y 14 don Nicolás Rojas; y para los demás costos de plata,
colores, cola y oficiales ayudaron el Br. Felipe de Trillo, el Provisor don Mateo
Prieto, don Antonio Martínez y el licenciado don Vicente Flores. y se completaron
los gastos con otros donativos particulares, y con 100 pesos de limosna que pidió
en la puerta de la iglesia el notario don Juan de Trillo. El mismo año, pero en
septiembre 2, dedicó Mateo José el Retablo de los Purísimos Corazones de
Jesús, María y José; encontramos esto al respecto en el Libro de Gobierno: "Fue
el último que construyó en su vida el Mtro. D.Juan García de Castañeda; lo hizo
todo con frontal, albortantes, candeleros y atriles por 2,000 pesos que le pagó D.
Ignacio de Urruchúa, dueño de las haciendas del Pabellón y Espíritus Santo, quien
a más de costear el retablo, lo adornó con la vidriera, manteles, palio,
cornualturas, tarima, alfombra y puso de su bolso hasta la perga que está debajo
de los manteles". Sabemos también que reestructuró el altar la Virgen de los
Dolores. Esta imagen, obsequio del Br. Miguel de Cabos, había sido colocada en
la iglesia el 5 de octubre de 1714 y D. Mateo José obsequió su altar. "Depositó la
Sra. En la Capilla de la Hacienda hasta que acabado el crucero de la nueva iglesia
se colocó en la capilla del lado del Evangelio. y para quitar las dudas que se
pueden ofrecer en adelante lo firmé y puse esta nota para la mayor claridad Doctor
maestro Juan Carlos de Casa Sola".
El activo Mateo José continuó embelleciendo el templo parroquial; por ejemplo, el
retablo de San José, crucero siniestro, que se había bendecido en 1753 y que era
obra de Juan García de Castañeda, resultaba pequeño, pues sólo tenía un cuerpo
y medio de puento. Mateo José lo acrecentó, "hasta llenar todo el hueco; y se le
pusieron las estatuas de San Benito Abad, San Juan de Dios, Sto. Domingo de
Guzmán, San Pedro Nolasco, y la Purísima Concepción, y todos los lienzos de la
vida del Sto. Patriarca hechos en México por el maestro D. Miguel Cabrera. Se
dedicó el día 19 de marzo de 1764". La Virgen de Guadalupe también contó con
su retablo en la Iglesia Parroquial. Cuando llegó Mateo José para hacerse cargo
de la parroquia, encontró uno que D. Andrés de Tello, dueño de la hacienda de
Santiago, había encargado al maestro Juan García de Castañeda para colocarlo
en la capilla de su hacienda con un costo de 1388 pesos; pero en 1752 obsequió a
la parroquia y fue instalado en el altar de la Virgen de Guadalupe. Como al de
Ciénega de Mata le pareció pequeño, lo completó y dedicó en 1764. Hay esta
referencia en los Libros de Gobierno: "Este retablo lo dí y compuse a el Sr. de la
Humildad y Paciencia y a Ntra. Sra. De Guadalupe le hice otro nuevo, que llega
hasta la bóveda; lo construyó el maestro Joaquín Rodríguez, originario de esta
Villa y se dedicó el 12 de diciembre de 1764". La imagen y el lienzo del retablo se
trasladaron de la capilla de la hacienda de Santiago. A este año corresponde la
bendición de la torre derecha del templo parroquial (única de que contó hasta
1946 la actual Catedral) y las ocho esquilas del segundo y tercer cuerpo. "La torre
se hizo en un año y a veinte días, su artífice fue el Mtro. Manuel de Reca, hijo de
esta Villa, con balcones, esquilas y campanas; su costo de 7,000 pesos, de los
cuales la fábrica me ayudó con costear toda la piedra y con 550 pesos que percibí
en Guadalajara de los novenos que le salieran en los 63 y 64, también le echó
doce balcones de fierro, uno en cada campanil". Otras obras en la parroquial
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