presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

El material docente de Norte crítico está dividido en discursos. El primero lo dedica
a la Crítica en Común. Siguiendo el método de entonces, en primer lugar procura
que el estudiante de historia, o "histórico", entienda lo que significa en sí "crítica
ojuicio discretivo". Según Cicerón, debe entenderse como la facultad de discernir
las verdades y falsedades. Esta no debe ser tan benigna, que por piedad, o por
cortesía no se atienda la verdad, o las relaciones que tienen mucha mayor solidez;
ni tampoco jactanciosa y de vanidad en la censura de lo que enmienda, con ultraje
o vituperio, ni con invectiva de desprecio. "En la historia le basta al crítico estar
bien instruido con noticias ciertas, o las más sólidas para el aserto, o mejor
conjetura: debe permanecer la verdad". Escribe San Agustín: "es mejor cualquier
verdad, que lo que se puede fingir".
Da por hecho la necesidad de la crítica en la historia para borrar la falsa idea de
que en la historia humana no es necesaria la verdad. Escribió Juan Luis
Vives: "la
narración sin verdad no merece el nombre de Historia ", pues el fin próximo de
ésta es la verdad. Aún cuando existe gran dificultad en aceptarla, la crítica debe
existir sin cortapisas. Como entonces se estilaba, aduce una serie de
aseveraciones de diversos autores en su apoyo, que hace engorrosa su lectura en
ciertos momentos. "Será todo una continuada probanza de la necesidad de la
crítica para la pureza de la historia acudir a la fuente de los autores".
Entre las fuentes de la crítica trae Fray Jacinto discursos de la cronología, "por
razón de que liquida la verdad o falsedad de los sucesos la noticia del tiempo en
que se refieren, o en que no cabe su verificación” de ahí la necesidad de que los
estudiosos de la historia, la entiendan con claridad. Menciona estas reglas para un
buen uso de la cronología: una correcta ubicación de los tiempos anteriores a los
sucesos que se refieren, verificación de éstos, limitación de los sucesos a dichos
tiempos y capacidad para aplicarlos. La correcta aplicación de la geografía la
considera indispensable para hacer historia.
Otro punto a que le da importancia, es la fe en los escritores. "Es principal para el
concepto de la verdad..., porque este conocimiento de la fe histórica de los autores
pertenece a lo directo de la crítica". Para apoyar su aseveración trae el ejemplo de
los escritores griegos, latinos y principalmente cristianos, y aconseja apartarse o
tener mucho cuidado con los sibiliticos y apócrifos que tanto distorsionan la
historia. A este tema ocupa muchas páginas el autor. Menciona como ejemplo las
Cartas de Séneca a San Pablo y de éste a Séneca, la Colección de las Actas de
los Concilios, Actas de San Silvestre, la Colección de Epístolas y Decretales
Romanos, Apócrifos Viterbienses, Vaticinios de Papas atribuidas al Abad
Joaquín, Predicciones de San Malaquías, etc. En cuanto a Los Cronicones, Fray
Jacinto Segura destina un apartado especial por considerarlos de importancia y
por su utilidad para la historia. Pone como ejemplo a los bolandistas que a lo largo
de años purificaron la copiosa información en ellos contenida. Dice: "Actis
Sanctorum son de mucha distinción en esta materia, y de autoridad muy particular
y muy grande; por esta causa dignísimos de especial mención". 24 Con esto no
queremos decir que acepte a pie juntillas la validez de Los Cronicones 25; pero no
por eso se niega a aceptar su valor después de una acuciosa crítica y depuración.
Fray Jacinto Segura da fin a su Norte crítico con la parte que ocupa sobre la "Fe
Histórica a los Santos Padres", testimonio humano. Para él: "la veracidad de esta
clase de historiadores es cierta en alto grado; aunque como hombres no pudieron
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