13.05.2013 Views

presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

golpe que había recibido al caer de un caballo cuándo anduvo en la insurgencia.<br />

Por prescripción facultativa requirió que se le hiciera operación quirúrgica de<br />

pecho. Fue trasladado por los frailes de Guadalupe a Zacatecas e internado en el<br />

Hospital de la Santa Veracruz de los religiosos juaninos, para su intervención y<br />

atención. Se le proporciono la mejor asistencia médica que había en la ciudad<br />

minera; pero desgraciadamente le sobrevino gangrena a la que no pudo vencer la<br />

ciencia médica de entonces. Pablo José moriría en la ciudad minera el 6 de abril<br />

de 1816.” 37<br />

Como resultado de ese recorrido histórico-biográfico, el autor presenta las<br />

siguientes CONCLUSIONES:<br />

“Sin duda, Pablo José atisbó el panorama en el umbral <strong>del</strong> sepulcro, y vio a su<br />

alrededor más ruinas que é<strong>xi</strong>tos, pues la insurgencia había llenado al país de<br />

ruinas, de las que él no era el único responsable. Otros con él, aparte de él,<br />

clérigos, militares, campesinos, indios y castas, habían coadyuvado a que Nueva<br />

España se encontrara en condiciones libres. A no dudar, también reconoció el<br />

esfuerzo brutal, demoledor, de la causa: el gobierno español puesto en entredicho,<br />

expulsión de miles de novohispanos de varias regiones; las divisiones<br />

exasperando los antagonismos políticos sobreexaltando las oposiciones<br />

nacionales; el gobierno real monolítico dividido en trozos, dañado certeramente en<br />

su estructura. Las ruinas eran vastas. Se preguntaría ¿qué había construido, qué<br />

había edificado la insurgencia? ¿Qué había sido el movimiento desde el 16 de<br />

septiembre 1810?<br />

Rememoró en los últimos momentos de su vida, que la insurgencia y con ella él,<br />

había partido alegre, confiada en que millones alcanzarían la emancipación, el<br />

bienestar social. También que él no tuvo é<strong>xi</strong>to; o si había tenido, en esos<br />

momentos era parcial, si no de desastre. Allí seguía el viejo imperio español<br />

sentado sobre las mismas bases aun cuando habían sido cimbradas. Los Tratados<br />

de Córdoba iban a rubricar ese ideal, un Mé<strong>xi</strong>co autónomo; pero faltaba todavía<br />

recorrer un largo trecho y derramar más sangre fratricida. Al no lograr ver<br />

realizadas esas aspiraciones probablemente entristecieron a Pablo José su<br />

postrer instante en este mundo.<br />

Le entristecio no haber visto librado a Me<strong>xi</strong>co <strong>del</strong> yugo de España, ideal que tantas<br />

contrariedades le había acarreado ¡Libertad!…, sin duda esta palabra lo había<br />

sacudido con gran vigor mas de una vez. Cierto que a quienes la habían abrazado<br />

les había favorecido pero en su lecho de muerte no pudo cantar victoria porque<br />

seguía señoreando ese yugo Dificilmente podía olvidar que había renunciado a él<br />

por el indulto; pero se alegraba que a su muerte el edificio <strong>del</strong> despotismo no<br />

quedaba impóluto y de que se veía más al alcance la emancipación que el<br />

afianzamiento de las cadenas.<br />

España, y con ella Nueva España, atisbaban ya un país imaginario, una<br />

contrahechura irrisoria de edificio. En lugar de la "gema más preciada", de la obra<br />

más hermosa y duradera que había ideado la Corona, Pablo José atisbó una<br />

patria grande, venturosa, o quizá una llena de escombros, de abrojos. Sin<br />

embargo, no cabe duda de que se fue al sepulcro convencido de que su obra era<br />

37 Ibdem. P. 126.<br />

45

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!