presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

De los cuatro documentos que nos proponemos comentar, las Relaciones del siglo
XVI aparecen como las más deficientes e incompletas técnicamente. Y es lógico,
pues en los años en que las realizaron los diversos autores, las herramientas de
que se disponía eran demasiado simples; también puede deberse ese pobre
resultado a que fueron elaboradas por distintas personas. Sí quiero resaltar, que
desde estas Relaciones se procura distinguir al hombre de la costa del de el
altiplano, también que los posteriores relatos y crónicas copiarán de éstas una
inclinación por informar más de los naturales, que de los otros estratos. Tiene su
razón de ser, porque su finalidad era aportar al gobierno instrumentos para mejor
aprovechar los tributos.”
de largo y ancho echada encima. Su dieta alimentaria era de maiz,
añoles y criollos de la costa
rcio usan las mercaderías de España y
ni crian. “En todos los caminos
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En seguida, el autor reproduce algunas notas extraídas de esas Relaciones del
siglo XVI, de cuatro documentos; en estas Relaciones se procura distinguir al
hombre de la costa y del altiplano, su finalidad era aportar al gobierno
instrumentos para mejor aprovechar los tributos.
Acerca de los habitantes en la COSTA, se dice que los naturales usan la
vestimenta de camisas, jubones, zapatos y sombreros, y unas mantas cuadradas
en dos varas
frijoles, ají, calabazas y trigo, y para sus curaciones tienen una raíz, que es a
manera de zarzaparilla, la cual, en polvo y untada en las coyunturas, decían que
quita las calenturas; el tipo de habitación, sus casas eran de adobe, los que
podían, y los que no, de horcones, cercadas con carrizo y cubiertas con una yerba
seca, larga a manera de paja de trigo entera. Los esp
eran pocos, se dedicaban a recabar los tributos, a la siembra de trigo y maíz y a la
cría de ganados. Son criadores y labradores.
En la ciudad de Compostela, fundada y conquistada por Nuño de Guzmán en
1530, de tierra templada, de los naturales, se consideraba que sus costumbres
eran más malas que buenas; “son gente de muy bajos entendimientos, no se
inclinan a valer y a ser algo más que lo que son. Ahora traen hábito de algodón,
camisa y zaragüeles y una manta de lo mismo, cuadrada y anudada por las dos
puntas puesta como capa. Algunos usan capotes y sayos y sombreros, como cada
uno puede.” Sus alimentos eran el maíz, ají, calabaza, frijol, haba de la tierra y
otras semillas y alguna carne de venado, conejo y culebras.
Sus habitaciones eran casas de adobe y cubiertas con sobrados y cobertor de
paja, entresuelos sin altos. Para su come
de la tierra.
A los naturales, se les califica como gente haragana y mal dada al trabajo sobre
“las cosas de la virtud, se hacen tontos y locos y sordos y que no entienden son
tan buenos cristianos que por dos reales harán los juramentos que les quieren
hacer decir”; los enfermos se curan en sus casas; no hay colegios y los muchos se
adoctrinan en la iglesia por el clérigo y fiscal.
Los del altiplano andan por los montes y cerros a caza de animales, con los cuales
se sustentan y con raíces de yerbas con la fruta de tuna y mezquite, que muelen
en piedras y lo hacen pan, porque jamás siembran
y parajes han hecho y hacen grandísimos daños, muertes y robos ansi en
108 "El pensamiento social en las descripciones neogallegas novohispanas", en Saber Novohispano, Anuario
del Centro de Estudios Novohispanos, Universidad Autónoma de Zacatecas, t. 2. 1995
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