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presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

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Para los acontecimientos presentes y pasados, lo válido en el santo es la<br />

consumación final en el futuro: Juicio Final y Resurrección. Estos temas<br />

suprahistóricos de origen y destino corresponden al comienzo de la historia en la<br />

creación y pecado original. Para el obispo de Hipona, la historia es un interín entre<br />

la anterior revelación de su sagrado significado y su futura consecución. Es en<br />

esta perspectiva que encontramos incluida la historia profana de San Agustín. Lo<br />

extraño es, que de los 22 libros en que divide La Ciudad de Dios, sólo 4 tratan de<br />

lo que nosotros llamamos historia, cuyo significado depende de la prehistoria y la<br />

posthistoria, con un comienzo trascendente y un final definido. Es decir, que la<br />

historia es para él como un todo, sólo tiene un significado con referencia a un<br />

comienzo absoluto y a un fin; y tiene referencia su comienzo y terminación al<br />

acontecimiento central de ésta, la venida de Jesucristo, acontecimiento<br />

esencialmente escatológico.<br />

La substancia de la historia <strong>del</strong> hombre es universal para el santo, porque está<br />

unida y dirigida por un solo Dios y a un solo fin. He ahi el conflicto entre la Ciudad<br />

de Dios y la Ciudad Terrena; ambas ciudades no son idénticas a la Iglesia visible y<br />

al Estado, sino dos sociedades místicas constituidas por dos especies antagónicas<br />

de hombres. La ciudad terrena comienza con Cain, el fratricida; la funda el amor<br />

propio, que llega hasta menospreciar a Dios; la celestial, la de Dios, con su<br />

hermano Abel; la funda el amor de Dios, que llega al desprecio de sí mismo. Cain<br />

es el ciudadano de este siglo y, por su crimen, el fundador de la ciudad terrena.<br />

Abel, el peregrino en este siglo, peregrino hacia una meta no terrena. Para El<br />

Hiponense, y para todos los que piensan genuinamente<br />

en cristiano, el progreso<br />

no es más que un peregrinaje. La Iglesia se relaciona con los acontecimientos<br />

profanos, teniendo en cuenta su utilidad relativa para el servicio <strong>del</strong> propósito<br />

trascendente de la construcción de la casa de Dios.<br />

La ciudad terrena, juzgada por sus propias normas, está gobernada por la<br />

conveniencia, el orgullo y 1a ambición; la de Dios, por 1a regeneración<br />

sobrenatural. Una, temporal, mortal; la otra, es eterna inmortal. La Ciudad de Dios<br />

la define el amor de Dios; la terrena, el amor propio. Los hijos de la luz considera<br />

su e<strong>xi</strong>stencia terrena como un medio para gozar de Dios; los de la oscuridad,<br />

consideran a sus dioses como medio para gozar <strong>del</strong> mundo. De este modo, la<br />

Historia agustiniana es una lucha entre la fe y la falta de ella. El proceso histórico<br />

como tal nos muestra el ineluctable suceder final de las generaciones, aunque<br />

como una ordenación determinada de Dios.<br />

El Dios agustiniano de 1a historia es dintinto al hegeliano; es Señor de la misma y<br />

su providencia predomina sobre las intenciones de la historia, como el “ardid de la<br />

razón” de Hegel. El hombre sólo pueda discernir sobre fragmentos virlados, sobre<br />

aquellos que Dios se complace en manifestar. Es en este marco teológico que<br />

el<br />

Santo distingue épocas en la historia, ajustadas a los 6 días de la creación. Esta<br />

división observada hasta Sto. Tomás en el siglo XIII. Lo que para él importa desde<br />

el punto de vista escatológico es que el mundo ha sido creado y es temporal.<br />

Desde el punto de vista estrictamente religioso, no debemos, ni podemos esperar<br />

un particular interés de San Agustín en la historia profana en cuanto tal. Sin<br />

embargo, como ciudadano romano educado en Vrgilio y Cicerón, no fue insensible<br />

a la grandeza y virtud romanas, cuya historia fue también un medio para el<br />

designio divino; pero sí percibimos gran desapasionamiento. Insistimos, su tema y<br />

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