presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

EL servicio de tranvías arrastrados por mulos, al electrificarse, hicieron que el
aguascalentense se identificara con la modernidad.
La arquitectura religiosa y civil se enriqueció; la primera con el templo de San
Antonio, obra de Refugio Reyes, el que se bendijo en diciembre de 1908 con la
asistencia del gobernador Alejandro Vázquez del Mercado y demás miembro de la
élite local. Desde entonces el aguascalentense y turistas admiran su arquitectura
de indefinible estilo, la audacia de Reyes por ser la expresión más lograda de su
genialidad y eclecticismo. La arquitectura civil proyecta también la presencia de
Reyes en multitud de edificios que aún se conservan, gracias al interés de los
gobiernos e instituciones encargadas de la custodia de lo que hoy consideramos
patrimonio cultural.
La población del Estado creció de manera constante; el Censo de 1895 registró
alrededor de 105,000 habitantes y en 1910 fueron censadas 120,500 personas.
Las haciendas y ranchos en que tradicionalmente se concentraba la población,
perdieron importancia a favor de la ciudad, lo que originó el transito de economía
agrícola, a otra de corte más moderno en la que las actividades industriales y de
servicios adquirieron relevancia. Un ejemplo fue la ciudad capital, que en 1895
registró 30,000 habitantes, en el año 1900, 35,000 y en 1910, 45,000.
Esta sociedad que había iniciado una profunda transformación en todos los
aspectos a fines del siglo XIX; y que se había consolidado en la primer década del
siglo XX, gracias a una privilegiada ubicación por estar situada sobre un crucero
clave del sistema de comunicaciones moderno que representaba el ferrocarril, vio
desacelerar su progreso con la Revolución de 1910. Aun cuando no fue afectado
como otros estados, la disputa entre las élites locales contra los revolucionarios y
obreros afectó a la industria establecida, al tener que interrumpir sus operaciones
normales en varias ocasiones debido a la carencia de materias primas y
combustible.
Hacia 1914, prácticamente estaba paralizada toda la actividad agrícola y los
alimentos básicos escaseaban, y con la escenificación de la Convención Nacional
Revolucionaria en Aguascalientes, que reunió a decenas de representantes de los
principales ejércitos de Carranza, Villa y Zapata, las actividades normales de la
ciudad se estropearon aún más.
En 1917 se proclamó la Constitución que actualmente nos rige, de la cual
sobresalen los artículos 3, 27 y 123; el primero establece la educación laica, el
segundo proporciona las bases para la reforma agraria y el 123 equilibra las
relaciones entre trabajadores y patrones. La situación de desestabilidad continuó
basta 1920; hecho que se reflejó en la entidad, tanto que hubo 28 cambios de
gobierno local. El primer gobernador constitucional fue Aurelio González, en cuyo
mandato se elaboró la Constitución Política del Estado de Aguascalientes, con
fecha 3 de septiembre de 1917. Durante estos años; los problemas de escasez de
semillas, hambres y epidemias, provocaron que la población aguascalentense
descendiera notablemente: de 120,511 habitantes que el estado tenía en 1910,
bajó a 107,581 en 1921.
En la siguiente década, conocida como de la organización nacional, la situación de
Aguascalientes mejoró, pero no se resolvió del todo. La gubernatura de Rafael
Arellano Valle (1920-1924), se distinguió por fomentar el desarrollo. Además de
instalarse el alumbrado público y de atenderse el abastecimiento de agua en la
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