presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

efutando al mismo tiempo la opinión contraria de que la catástrofe se debía a la
cólera de los dioses del paganismo por el abandono paulatino en que había ido
cayendo su culto.
La Ciudad de Dios, en la que el santo doctor invirtió catorce años en su
composición, es la obra que ven como la primera de la Historia y por la que bien
merece ser llamado padre de esta disciplina. La razón, por ser esta obra un caudal
de ideas filosóficas, que barrunta ya la estructura de lo que ahora entendemos por
Filosofía de la Historia.
Han transcurrido casi XVI siglos desde la muerte de este gran filósofo, durante los
cuales la inteligencia del hombre ha alcanzado triunfos asombrosos. De entonces
a nuestros días, el hombre ha subyugado las fuerzas de la naturaleza, proclamado
el dominio de la razón sobre las verdades antiguamente desconocidas, disipado
las densas tinieblas que oscurecían el campo de la verdad; ha conquistado los
espacios y logrado infinidad de éxitos en la tecnología. Sin embargo, poco hubiera
logrado por sí solo la inteligencia humana, de no haber estado alimentada por el
impulso de una fe a la verdad, por las contribuciones de los hombres que de una u
otra forma aportaron su saber. Mucho debe a la Filosofía de la Historia este
inmenso bagaje de experiencias y conocimientos de la humanidad,
a la que la
Cultura Occidental Cristiana tiene como padre a San Agustín.”
ominia más profundo
98
Para que la propuesta tenga un respaldo histórico, el autor hace un recorrido por
los diversos momentos en que aparece la filosofía de la historia. Sobre ello dice:
“La Filosofía de la Historia como un cuerpo de doctrina, como ciencia que tiene por
objeto conocer las causas productoras de todos los conocimientos que en el
mundo ocurren y, particularmente, de los que se refieren al desenvolvimiento de
las sociedades y de la humanidad, no fue estructurada sino hasta el siglo XVII y
XVIII, en que Vico y Voltaire le dieron ese carácter. Estas causas han sido
erróneamente conocidas en varias épocas de la historia: en el vuelo de las aves,
en el estampido del trueno, en los animales recién muertos y en otros mil
fenómenos aberrantes. Aún cuando ahora vivimos momentos de grandes avances
tecnológicos, no podemos gloriarnos de que nuestra época esté exenta de error.
La versión tan extendida qué sostiene, que el pensamiento histórico comienza
hasta los tiempos modernos, en el siglo XVIII, es una verdad a medias, porque, en
realidad, la Filosofía de la Historia se origina en el cristianismo primitivo. Lo que la
paulatina secularización hizo, fue terminar con su enramado escatológico.
Pensamos que la estructuración secular de ésta, no debe desligarse de la idea
cristiana. Su apreciación es necesariamente regresiva, porque la Historia se
mueve hacia adelante, porque comienza en la misma humanidad. La Historia y la
Filosofla de la Historia tienen que ser creadas descubiertas una y otra vez por el
hombre. Esta es la razón de que quienquiera hacer Historia y Filosofía de la
Historia, debe tener presente a los antiguos y no desligarla del cristianismo y de
San Agustín su máximo exponente. Del significado cristiano que la basa en el
hecho trascendente y paradójico de la Cruz, el signo de ign
que pudo conquistar el mundo pagano, oponiéndose a él.” 99
98 Ibdem. Pp. 21-22.
99 Ibdem. P. 23.
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