presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

Teresa Rincón Gallardo vecinos de esta Hacienda; nació el día veinte del
corriente, fueron sus padrinos el licenciado Dn. Sebastián Feijoo Centellas
Canónigo de la Sta. Iglesia Catedral de la Ciudad de Guadalajara y Dña. Ignacia
García Rojas, y para que conste lo firmé como teniente de cura de este Partido.-
Miguel Mauza de Zuñiga"
Por línea paterna, Mateo José fue nieto de don Pedro de Arteaga y doña Josefa
de Rivero originarios de la Villa de Deso, en Guipúzcoa, nobles hidalgos venidos a
menos. Por la materna fueron sus abuelos los dueños del Mayorazgo Ciénega de
Mata, don Manuel Rincón Gallardo y doña Micaela Feijoo Centellas, hermana del
Oidor de la Audiencia de Guadalajara, licenciado Francisco Feijoo Centellas; todos
cristianos de calificada nobleza. Consta en el libro Tercero de Matrimonios que sus
padres habían sido velados en la capilla de la hacienda el 28 de febrero de 1724
por el licenciado D. José Tenorio de Castro, cura beneficiado de la villa de Lagos,
por comisión expresa del Dr. D. Diego Estrada Carbajal y Galindo, Marqués de
Uluapa, Vicario General del obispado de Guadalajara.
Su infancia y primeros años los pasó en Ciénega de Mata y Aguascalientes donde
tenía el mayorazgo residencia, edificio que había sido levantada por el licenciado
Pedro Rincón de Ortega luego de fundar el mayorazgo en 1657. Estudió gramática
y retórica en la escuela fundada por los mercedarios en 1665, "con tanta
aplicación y aprovechamiento que mereció que su maestro lo dejara sustituto y
explicando a sus condiscípulos siempre que hacia algunas ausencias de clase".
Como el ambiente cultural de la Villa; resultó estrecho para las aspiraciones de la
familia y del mismo Mateo José, salió a continuar estudios.a la capital virreinal. En
octubre de 1740 lo encontramos ya inscrito en el Real Colegio de San Ildefonso de
los jesuitas, de los que recibió la enseñanza ilustrada; allí se entregó a los
estudios de latinidad y filosofía en los que hizo grandes progresos pues se
menciona su Relación de Méritos diversas intervenciones en público y suplencia
de maestros en clase. De San Ildefonso pasó al Colegio de San Pedro y San
Pablo, también de los jesuitas, donde obtuvo el primer lugar y un premio de
distinción al terminar los estudios de filosofía. Como en San Ildefonso, aquí
también se distinguió como polemista y figuró frecuentemente como sustituto en la
clase, "cuando el maestro hacía ausencias". Se infiere que hizo grandes progresos
pues su Relación consigna que el Rector le aconsejó "hacer oposición a las
Summulas el día en que se seguía a leer de turno en su refectorio, de en el que
hizo otras cinco oposiciones a todo lo escrito"; también refiere que defendió en su
examen general doce conferencias sabatinas, "siendo nombrado para la primera
de Lógica por haber enfermado el día de ella el que había de sustentarlas".
También sabemos por la Relación que Mateo José fue asiduo a "oponer luego que
se acababan las disputas". Así, en el Colegio de San Pedro y San Pablo defendió
el "Primero de toda Lógica", al terminar el primer año; y en el segundo "las
Conferencias que llaman de Phísica". Obtuvo el primer lugar y el premio "in recto
et in solidum"; más aún, se le distinguió como sustituto en la clase siempre que
faltaba el maestro. Muy joven comenzó a acumular títulos y distinciones: Bachiller
en Artes en 1743 y en Cánones, 1747; fue llamado a colaborar en el Colegio de
Sta. María de Todos los Santos a los 20 años, no sin antes presentar "oposición".
Este colegio lo distinguiría también como rector, conciliatorio y con el puesto de
tesorero por dos años; dice la Relación que resultó para la institución un excelente
83