presencia del pensamiento acalitense contemporneo xi - UNAM

Sin embargo, mucho de su embellecimiento es debido a Mateo José; así, varios
de sus retablos se deben a él y otros inconclusos los terminó. Por ejemplo, el 17
de abril de 1763 dedicaba el de Ntra. Sra. de los Dolores, crucero diestro de la
Iglesia parroquial. El de referencia suplió a otro más pequeño; fue construido en la
Villa por el maestro Juan García, originario de México, "y en él entraron para el
dorado 189 libras de oro". Al retablo se agregó la estatua de San Miguel y la del
Santo Cristo, "que le hice retocar por ser una de las primeras estatuas que tuvo la
parroquia y la nombraban el St. Cristo de los Esparzas".
El mismo año, pero el 2 de septiembre, don Mateo José dedicó el Retablo de los
Purísimos Corazones de Jesús, María y José. La anotación al respecto del Libro
de Gobierno dice así: Fue el último que construyó en su vida, el Mtro. D. Juan
García de Castañeda; lo hizo todo con frontal, albortantes, candeleras y atriles por
2,000 pesos que le pagó D. Ignacio de Urruchua, dueño de las haciendas del
Pabellón y Espíritu Santo, quien a más del dinero que pagó por dicho retablo lo
adornó con la vidriera, manteles, palio, cornualturas, tarima, alfombra y puso de su
bolso hasta la perga que está debajo de los manteles.
El activo párroco siguió embelleciendo el templo parroquial. El retablo de San
José, crucero siniestro, que se había estrenado en 1753 y que fue construido por
el maestro Juan García resultaba pequeño, pues sólo tenía un cuerpo y medio de
punto. Mateo José lo creció "hasta llenar todo el hueco; y se le pusieron las
estatuas de San Benito Abad, S. Juan de Dios, Sto. Domingo de Guzmán, S.
Pedro Nolasco y la Purísima Concepción y todos los lienzos de la vida del Sto.
Patriarca hechos en México por el maestro D. Miguel Cabrera. Se dedicó el día 19
de marzo de 1764".
El primero de los retablos en honor a la Virgen de Guadalupe fue obra del maestro
Juan García, el que fue construido por instrucciones de D. Andrés de Tello, dueño
de la hacienda de Santiago, para ser colocado en la capilla de dicha hacienda, a
un costo de 1,388 pesos. Pero en 1752 fue trasladado a la parroquia y se instaló
en el altar de la Virgen de Guadalupe. "Este retablo, anota don Mateo José, se lo
dí y compuse a el Sr. de la Humildad y Paciencia y a Ntra. Sra. de Guadalupe le
hice otro nuevo, que llegara a la bóveda; lo construyó el maestro Joaquín
Rodríguez originario de esta Villa y se dedicó el día 12 de diciembre de 1764". La
imagen y el lienzo del retablo original se trasladó de nuevo a la capilla de la
hacienda de Santiago.
También a ese año de 1764 corresponde el estreno de la torre parroquial, 12 de
marzo, y las ocho esquilas del segundo y tercer cuerpo, obra también de Don
Mateo José. "La torre se hizo en un año y veinte días, su artífice fue el Mtro.
Manuel el Rico, hijo de ésta Villa, con balcones, esquilas y campanas; su costo de
7,000 pesos, de los cuales la fábrica me ayudó con costear toda la piedra y con
550 pesos que percibí en Guadalajara de los novenos que le salieron en los 63 y
64, también le heché (sic) doce balcones de fierro, uno en cada campanil".
Don Mateo José siguió embelleciendo el templo parroquial. El día 19 de marzo de
1766 se estreno el frontal de plata; y el 25 del mismo mes la puerta del Sagrario.
También en julio se bendijo el altar del Santo Cristo de la Misericordia, "que di yo,
y aún está sin dorar", asienta nuestro biografiado. Se debe también a él la lámpara
dedicada a Ntra. Sra. de los Dolores, que fue estrenada el 16 de marzo de 1769.
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