LAS VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
utopías cívicas o patrióticas, o las versiones íntimas de la felicidad y el bien también pueden sentirse<br />
como verdaderos dueños y estímulos de nuestra vida, de la forma que he descrito en la conferencia<br />
sobre la realidad de lo no visible. 12<br />
2. La sensación de la continuidad amistosa del Poder Ideal con nuestra vida, y una rendición<br />
voluntaria a su control.<br />
3. Una libertad y una alegría inmensas son los perfiles de esa individualidad ajena al egoísmo.<br />
4. Un cambio del centro emocional hacia sentimientos de amor y armonía, hacia el «si, si a y<br />
lejos del «no», por lo que respecta a las aspiraciones del no ego.<br />
Estas condiciones externas fundamentales producen consecuencias prácticas características,<br />
como las siguientes:<br />
a) Ascetismo. La autor rendición puede llegar a ser tan apasionada que acaba en la<br />
autoinmolación. Entonces puede anular las inhibiciones ordinarias de la carne de tal manera que el<br />
santo encuentra un placer positivo en el sacrificio y el ascetismo, que miden y expresan el grado de su<br />
lealtad al poder superior.<br />
b) Fortaleza del alma. La sensación de que la vida se ensancha puede ser tan elevada que los<br />
motivos e inhibiciones personales, normalmente omnipotentes, se hacen insignificantes al damos<br />
cuenta, y se abren nuevos horizontes de paciencia y fortaleza. Los temores y sufrimientos desaparecen<br />
y una feliz ecuanimidad toma su lugar. Venga del cielo o el infierno, ¡eso da igual ahora!<br />
«Nos prohibimos a nosotros mismos la ambición de la popularidad, cualquier deseo de parecer<br />
importantes. Nos prometemos abstenemos de la falsedad en cualquiera de sus grados. Prometemos no<br />
crear o animar ilusiones en la medida de lo posible en cuanto decimos o escribimos. Nos prometemos<br />
unos a otros una activa sinceridad que procure ver claramente la verdad y que nunca tenga por qué<br />
decir lo que ve.<br />
»Prometemos deliberada resistencia a los altibajos de la moda, a los booms y miedos del gran<br />
público, a toda forma de debilidad o miedo.<br />
»Nos autocensuramos el uso del sarcasmo. Hablaremos seriamente y sin sonreír, sin burla y sin<br />
que parezca que nos mofamos - incluso de cualquier cosa, ya que todas son formas serias de constituir<br />
luz del corazón.<br />
»Pondremos siempre por delante lo que somos, simplemente y sin falsa humildad, como<br />
también sin pedantería ni afectación u orgullo.»<br />
c) Pureza. El cambio del centro emocional comporta, primero, un incremento de pureza. Se<br />
eleva la sensibilidad a los desajustes espirituales y se hace imperativo limpiar la existencia de<br />
elementos brutales y sensuales. Se evitan las ocasiones de contacto con elementos semejantes; la vida<br />
12 «EI entusiasmo humanista,, puede comportar una vida que, en muchos aspectos, se confunde con la santidad cristiana.<br />
Tomad las normas siguientes que se proponen a los miembros de la Unión para la Acción Moral, del «Boletín de la Unión»,<br />
1 a 15 de abril de 1894. Véase también la «Revue Bleue» de 13 de agosto de 1892.<br />
«Manifestaremos la utilidad de las normas, de la disciplina, de la resignación y de la renuncia, enseñaremos la<br />
necesaria perpetuidad del sufrimiento y explicaremos la parte creativa que posee. Guerrearemos contra el falso optimismo:<br />
la vil esperanza que la felicidad nos proporcione, contra la unión de una salvación tan sólo por el conocimiento o por la<br />
mera civilización material, símbolo vano de la civilización, arreglo poco adecuado para sustituir a la íntima unión y al<br />
acuerdo entre las almas. Lucharemos también contra la mala mural, ya sea en la vida pública o en la privada, contra la<br />
lujuria y la pusilanimidad, así como contra el refinamiento excesivo, contra todo lo que tiende a aumentar las<br />
multiplicaciones dolorosas, inmorales y antisociales de nuestros deseos; contra todo aquello que excita la vejez y la aversión<br />
en el alma de la gente común y confirma la noción de que el objetivo principal de la vida consiste en la libertad para<br />
disfrutarla. Predicaremos con el ejemplo el respeto a los superiores y a los iguales, el respeto bacía todos los hombres, la<br />
simplicidad amable en nuestras relaciones cuando nuestras demandas están implicadas, pero firmeza con aquellas referidas<br />
a deberes para con los demás o el público. En la medida en que la gente común consiente en que les ayudemos a convertirse,<br />
sus vicios son nuestros vicios.- que miran, envidian y copian; si vuelven a cargar su peso sobre nosotros, será justo.»<br />
129