LAS VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA
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Conferencia VIII.<br />
El yo dividido y su proceso de unificación<br />
La última conferencia resultó desagradable en la medida en que trató sobre el mal como<br />
elemento que impregna el mundo en que vivimos. Al final llegaremos a la percepción completa del<br />
contraste entre dos formas de contemplar la vida características respectivamente de lo que<br />
denominamos mentalidad sana - aquellos que nacen sólo una vez - y de las denominadas almas<br />
enfermas o aquellas que deben nacer dos veces para ser felices, que como resultado constituyen dos<br />
concepciones diferentes de nuestra experiencia del universo. En la religión del nacido sólo una vez, el<br />
mundo es una especie de asunto rectilíneo y con una sola historia cuyos relatos presentan una sola<br />
denominación; sus partes ostentan el valor que naturalmente poseen, valor que les vendrá dado por la<br />
simple suma de lo positivo y lo negativo. La felicidad y la paz religiosa consisten en vivir en el lado<br />
positivo del relato.<br />
Para la religión de los nacidos en dos ocasiones, el mundo es un misterio de dos estratos. La paz<br />
no se encuentra en la simple suma de lo positivo y la sustracción de lo negativo de la vida, y el bien<br />
natural no es simplemente insuficiente y pasajero, sino que la falsedad se esconde en su mismo seno.<br />
Como la muerte lo cancela todo si no lo han cancelado ya enemigos anteriores, no se obtiene un<br />
balance final y jamás puede quedar algo destinado a nuestro culto último. Preservándonos de nuestro<br />
bien real y renunciando con desesperación damos el primer paso hacia la verdad. Hay dos vidas, la<br />
natural y la espiritual, y tenemos que perder una antes de poder participar en la otra.<br />
Los dos tipos, en sus formas extremas de naturalismo puro y salvacionismo puro, contrastan<br />
violentamente; aunque aquí, como en la mayoría de clasificaciones habituales, los extremos radicales<br />
resultan, en cierta medida, abstracciones ideales, y los seres humanos concretos, que bastante<br />
frecuentemente encontramos, son variedades intermedias y mezcla de ambas. De cualquier manera,<br />
prácticamente intermedias y mezcla de ambas. De cualquier manera, prácticamente todos vosotros<br />
reconoceréis la diferencia; por ejemplo, entendéis el desdén de los metodistas conversos por el<br />
moralista mentalmente sano que todo lo ve de color de rosa, y de la misma manera sentís aversión<br />
hacia este último en la medida en que se asemeja al subjetivismo enfermo del metodista, que muere por<br />
vivir y hace de la paradoja y la inversión de las apariencias naturales la esencia de la verdad de Dios. 1<br />
La base psicológica de los nacidos dos veces produce una cierta discrepancia o heterogeneidad<br />
en el temperamento innato del individuo, una constitución moral e intelectual unificada<br />
incompletamente.<br />
“Homo duplex, homo duplex - escribe Alfonse Daudet -. La primera vez que me di cuenta de<br />
que yo era dos fue cuando murió mi hermano Henri y mi padre gritó dramáticamente: “¡Se ha muerto,<br />
se ha muerto!” Mientras mi primer yo lloraba, el segundo pensaba: “Qué real ha sido ese grito, qué bien<br />
quedaría en el teatro”. Tenía catorce años...<br />
“¡Esta horrible dualidad me ha hecho frecuentemente reflexionar. Oh, este horrible segundo yo<br />
que siempre se sienta cuando el otro está de pie, actuando, viviendo, sufriendo, moviéndose. Este<br />
segundo yo que nunca he podido embriagar, hacerle derramar lágrimas, o adormecer. Y cómo penetra<br />
en las cosas, cómo finge!”. 2<br />
1<br />
Por ejemplo: “Nuestra juventud está enferma con los problemas teológicos del pecado original, el origen del mal, la<br />
predestinación y similares. Estos asuntos nunca presentaron una dificultad práctica para ningún hombre, jamás se cruzaron<br />
en el camino de nadie que no se saliera del camino para buscarlos. Son como las paperas, el sarampión y la tos ferina”.<br />
EMERSON, Spiritual Laws.<br />
2 Notes sur la vie, p. 1.<br />
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