LAS VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA
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conocimiento son infinitos y adecuados y no necesita condiciones externas para perfeccionarlos.<br />
Es omnisciente, pues al conocerse Él como causa conoce asimismo a todas las criaturas, cosas y<br />
hechos por implicación. Su conocimiento es preesciente porque está presente siempre, incluso conoce<br />
con antelación nuestros actos libres, ya que en caso contrario su sabiduría admitiría momentos<br />
sucesivos de enriquecimiento, y eso contravendría su inmutabilidad. Es omnipotente porque todas las<br />
cosas que hace no implican contradicción lógica; puede hacer ser o dicho de otra manera, su poder<br />
incluye la creación. Si lo que crea procediese de su sustancia, por ejemplo, de una materia que existiera<br />
eternamente y que Dios hubiese encontrado al alcance de la mano y le hubiese dado forma, se negaría<br />
con esto la definición de Dios como Causa Primera y lo convertiría en el simple motor de una cosa ya<br />
creada. Por consiguiente, las cosas que crea las crea ex nihilo, y les da ser absoluto como sustancias<br />
finitas que le son adicionales. Las formas que imprime a lo que crea tienen sus prototipos en sus ideas,<br />
pero como en Dios no hay multiplicidad y estas ideas en la práctica son múltiples, hemos de distinguir<br />
entre las ideas que hay en Dios y la manera en que nuestra mente las refleja externamente. Las hemos<br />
de atribuir a Él sólo en un sentido terminativo, como aspectos que difieren de su esencia única desde un<br />
punto de vista finito.<br />
Dios es naturalmente santo, bueno y justo. No puede desear el mal, ya que Él es la plenitud<br />
positiva de los seres y el mal es la negación. Es cierto que en algunos lugares ha creado mal físico, pero<br />
sólo como medio para un bien más amplio, pues bonum totius praeeminet bonum partis. No puede<br />
desear el mal moral, medio ni como fin, porque eso contravendría su santidad. Al crear seres libres sólo<br />
lo permite, y ni su justicia ni su bondad le obligan a disuadir a los receptores de la libertad para que no<br />
hagan un mal uso del presente.<br />
Por lo que respecta al propósito de Dios al crear, en primer lugar sólo pudo haber sido por<br />
ejercer su libertad absoluta y manifestar a los otros su gloria. De lo que se deduce que los demás han de<br />
ser seres racionales, capaces, en principio, de conocimiento, de amor y de dignidad, y en segundo lugar,<br />
de felicidad, pues el conocimiento y el amor de Dios son la fuente principal de la felicidad. Podemos<br />
decir que el propósito secundario de Dios al crear es el amor.<br />
No os cansaré llevando estas determinaciones metafísicas más allá, hasta los misterios de la<br />
Trinidad de Dios, por ejemplo; lo que he resumido servirá de muestra de la teología filosófica ortodoxa<br />
de católicos y protestantes. Newman, preso de entusiasmo por el repertorio de perfecciones divinas,<br />
continúa el fragmento que comencé a citaros con un par de páginas de una retórica tan magnífica que<br />
apenas puedo resistir incluirlas, a pesar del tiempo que nos ocuparían. 9 Primero enumera someramente<br />
los atributos de Dios, después celebra su posesión de todas las cosas en la tierra y en el cielo, y la<br />
dependencia de todo lo que acontece de su voluntad. Nos presenta la filosofía escolástica «conmovida<br />
por la emoción», y toda filosofía habría de estarlo para ser entendida. Así pues, emocionalmente, la<br />
teología dogmática contiene algún valor para mentes como la de Newman. Nos ayudará a estimar el<br />
valor intelectual que posee si me permito una pequeña disgresión en este punto.<br />
Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. Las escuelas de filosofía continentales a menudo<br />
han pasado por alto el hecho de que el pensamiento humano está orgánicamente conectado a su<br />
conducta. Me parece que la mayor gloria de los pensadores ingleses y escoceses es que hayan tenido en<br />
cuenta esta conexión orgánica. El principio que guía la filosofía británica ha sido, en efecto, que cada<br />
diferencia ha de dar lugar a una diferencia; cada diferencia teórica ha de resultar una diferencia<br />
práctica, y que el mejor método de discutir puntos teóricos es comenzar por establecer qué diferencia<br />
práctica resultaría de una alternativa o de otra que fuesen verdaderas. ¿Cuál es la verdad particular que<br />
conocemos? ¿De qué hecho resulta? ¿Cuál es el valor efectivo en temas de experiencia particular? Ésta<br />
es la forma inglesa característica de enfocar una cuestión. Recordad que Locke aborda de esta manera<br />
la cuestión de la identidad personal. Afirma al respecto: lo que queremos indicar con ello es nuestra<br />
cadena de recuerdos personales; en esto consiste la parte concreta verificable de su significado. Todas<br />
9 Op. cit., Discourses, III & 7.<br />
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