LAS VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA
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semitransparente, y me recordó la consistencia del humo del tabaco”..., 4 y entonces vino la alucinación<br />
visual.<br />
Otro informador escribe:<br />
“Bien entrada la noche me desperté... me sentí como si me hubiesen despertado<br />
intencionadamente, y el primer pensamiento fue que alguien entraba en la casa... Me di la vuelta para<br />
dormirme de nuevo, e inmediatamente tuve conciencia de una presencia en la habitación, y es extraño<br />
decirlo, no era la conciencia de una persona viva, sino de una presencia espiritual. Esto puede provocar<br />
una sonrisa pero tan sólo puedo narrar los hechos como me sucedieron. No sé cómo describir mis<br />
sensaciones si no es diciendo simplemente que tuve conciencia de una presencia espiritual... También<br />
noté, al mismo tiempo, una fuerte sensación de miedo supersticioso, como si algo extraño y horripilante<br />
estuviese a punto de ocurrir”. 5<br />
El profesor Flournoy de Ginebra me ofreció el siguiente testimonio de una amiga suya, que<br />
posee el don de escribir automática o involuntariamente:<br />
“Siempre que escribo automáticamente, lo que me hace suponer que no es debido al<br />
subconsciente es la sensación que percibo de una presencia extraña, externa a mi cuerpo. A veces se<br />
caracteriza tan definidamente que podría señalar su posición exacta. Es imposible describir la<br />
impresión de la presencia, varía de intensidad y claridad según la personalidad de quien el escrito<br />
declara provenir. Si es alguien que aprecio, la siento inmediatamente, incluso antes de escribir, y parece<br />
que mi corazón lo reconozca”.<br />
En un libro anterior he citado con todo detalle un caso curioso de presencia que percibió un<br />
hombre ciego. La presencia era la de la figura de un hombre de barba gris, vestido con un conjunto<br />
blanco y negro, que se deslizó por la rendija de la puerta y atravesó la habitación hasta el sofá. El<br />
hombre ciego protagonista de esta casi alucinación es un individuo excepcionalmente inteligente. No<br />
tiene ningún tipo de imagen visual interior y no puede auto representarse la luz o los colores, y está<br />
seguro que ninguno de los otros sentidos, oído, etc., estuvo implicado en esta falsa percepción. Más<br />
bien parece que ha sido una concepción abstracta, con las sensaciones de realidad y de espacio exterior<br />
relacionadas directamente; dicho de otra manera, una idea completamente objetivada y exteriorizada.<br />
Estos casos, tomados junto con otros que sería aburrido citar, parecen suficientes para probar la<br />
existencia, en nuestra organización mental, de un sentido de la realidad presente más difuso y general<br />
que aquel que ofrecen nuestros sentidos particulares. Si los psicólogos tuviesen que encontrar la<br />
situación orgánica de esta sensación, tendrían un buen problema - nada sería más natural que conectarla<br />
con el sentido muscular, con la sensación de que los músculos se inervan ellos mismos antes de la<br />
acción. Sea lo que sea lo que inevra nuestra actividad, o “pone la piel de gallina”, nuestros sentido son<br />
los que lo detectan más a menudo; parecería real y presente, aunque únicamente fuese una idea<br />
abstracta. Pero estas conjeturas tan vagas no nos interesan en este omento, ya que nuestro interés se<br />
centra en la facultad más que en su localización orgánica.<br />
Como todas las afecciones positivas de la conciencia, el sentido de la realidad tiene su<br />
correspondiente parte negativa en forma de sensación de irrealidad que a veces persigue a las personas,<br />
y de la que a menudo oímos quejas.<br />
“Cuando reflexiono sobre el hecho de que he aparecido por accidente sobre un globo como si se<br />
tratara del juguete del capricho del universo - dice la señora Ackermann -, cuando me veo rodeada de<br />
seres tan efímeros e incomprensibles como yo misma, ilusionados persiguiendo puras quimeras, tengo<br />
4 Journal of the S.P.R., febrero de 1985, p. 26.<br />
5 E. GURNEY, Phantasms of the Living, I, p. 384.<br />
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