Descargar libro - Manuel Requena
Descargar libro - Manuel Requena
Descargar libro - Manuel Requena
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Para entender lo que significaba ser leproso en el Israel donde Jesús hizo su manifestación al<br />
mundo, conviene leer en el <strong>libro</strong> del Levítico las reglas litúrgicas, para su purificación.<br />
Aunque se tratase más de limpiar de la impureza del pecado, que se suponía adscrita a la<br />
lepra, que de un remedio terapéutico para la enfermedad, la cosa era muy compleja.<br />
Veámoslo<br />
Levítico 13,45 a 14,32<br />
El leproso andará harapiento, despeinado, la cara medio tapada y gritando: ¡Impuro, impuro! Mientras le<br />
dure la lepra, será impuro y, siendo impuro, vivirá aislado, fuera del campamento". El Señor dijo a<br />
Moisés: "Éste es el ritual para la purificación de un leproso: será llevado al sacerdote, el cual le saldrá al<br />
encuentro fuera del campamento para reconocerlo; si el leproso está curado de su lepra, mandará traer<br />
para el que se va a purificar dos aves puras y vivas, madera de cedro, una cinta de lana escarlata y un<br />
hisopo.<br />
El sacerdote mandará degollar una de las aves sobre una vasija de tierra cocida llena de agua corriente.<br />
Tomará luego el ave viva, el cedro, la cinta de lana escarlata y el hisopo (incluida el ave viva) y los mojará<br />
en la sangre del ave degollada sobre el agua corriente.<br />
Asperjará entonces siete veces al hombre que quiere ser purificado de la lepra y, una vez que lo haya<br />
declarado puro, dejará suelta en el campo el ave viva.<br />
El leproso así purificado lavará sus vestidos, se cortará todo el pelo, se bañará con agua y será puro.<br />
Después entrará de nuevo en el campamento, pero tardará siete días en entrar en su tienda.El día séptimo<br />
se cortará de nuevo pelos, cabello, barba y cejas; se cortará todos los pelos. Lavará sus vestidos, bañará con<br />
agua su cuerpo y será puro.<br />
El día octavo tomará dos corderos sin defecto, una cordera de un año sin defecto, trece kilos de flor de<br />
harina amasada con aceite para la ofrenda y medio litro de aceite.<br />
El sacerdote que hace el rito de la purificación pondrá al que se va a purificar, juntamente con sus<br />
ofrendas, a la entrada de la tienda de la reunión delante del Señor; tomará uno de los corderos y lo ofrecerá<br />
como sacrificio de reparación con el medio litro de aceite, y hará con ellos el rito de presentación delante<br />
del Señor.<br />
Inmolará el cordero en el lugar del santuario donde se inmolan las víctimas por el pecado y el holocausto,<br />
pues tanto el sacrificio por el pecado como el de reparación pertenecen al sacerdote como cosa santísima.El<br />
sacerdote tomará de la sangre del sacrificio de reparación y ungirá con ella el lóbulo de la oreja derecha del<br />
que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho.Tomará luego el medio<br />
litro de aceite, echará un poco en la palma de la mano izquierda, mojará el índice de la mano derecha en el<br />
aceite que tiene en la palma de su mano izquierda y hará con él siete aspersiones delante del Señor.Con<br />
aceite del que le queda en la palma de la mano ungirá el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el<br />
pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, encima de la sangre de la víctima de<br />
reparación.El aceite que le queda en la palma de la mano lo verterá sobre la cabeza del que se está<br />
purificando. De esta manera el sacerdote habrá cumplido sobre él el rito de absolución delante del Señor.<br />
El sacerdote ofrecerá entonces el sacrificio por el pecado y hará el rito de absolución sobre el que se está<br />
purificando de su impureza. A continuación inmolará el holocausto y ofrecerá sobre el altar el holocausto<br />
y la ofrenda. El sacerdote hará sobre él el rito de absolución y quedará puro.Si es pobre y no puede<br />
procurarse las víctimas ordinarias, tomará un solo cordero como sacrificio de reparación para el rito de<br />
presentación y para hacer sobre él el rito de absolución; cuatro kilos y medio de flor de harina amasada con<br />
aceite para ofrenda; medio litro de aceite; dos tórtolas o dos pichones, según sus posibilidades, uno para el<br />
sacrificio por el pecado y otro para el holocausto. Lo presentará al sacerdote el día octavo para su<br />
purificación a la entrada de la tienda de la reunión delante del Señor. El sacerdote tomará el cordero del<br />
sacrificio de reparación y el medio litro de aceite y los ofrecerá al Señor con el rito de presentación.<br />
Inmolará el cordero del sacrificio de reparación, tomará un poco de sangre y ungirá con ella el lóbulo de la