Descargar libro - Manuel Requena

misógino Israel.
No estaba "endemoniada", ni era impura, sino que simple y complejamente a la vez, estaba
enferma. Pero aquel síntoma de la pequeña y continua hemorragia uterina, como si fuera una
menstruación permanente, en el Israel de hace dos mil años la convertía en una mujer impura.
El flujo de sangre vaginal era una impureza fundamental, y ella, cuando conoció a Jesús, lo
llevaba sufriendo doce años. Se encontró con el taumaturgo nazareno cuando Él estaba
comenzando su manifestación a Israel y a la humanidad.
Berniké tenía ya la anemia crónica producida por la pérdida continua de sangre, y su palidez
era notoria. En soledad, sin que nadie lo notara, sufría además las taquicardias, la mucha sed
que la hacía beber constantemente agua para compensar la pérdida de sangre, y sobre todo eso,
la vergüenza de la impudicia, cuando a veces la sangre empapaba sus ropas, y la hacía huir de
cualquier sitio público.
No debía ser tumor maligno, porque hubiera acabado con su vida en doce años, pero de todas
formas, el encuentro con Jesús le llegó en una de sus depresiones más profundas. Fue su
valentía natural la que le hizo acercarse entre toda aquella gente que gritaba ¡“Santo”, “Bendito el
Dios de Israel”!, y tocarlo empapada en su impureza. Allí cambió la trayectoria de su vida, que
hasta entonces había sido así:
* * *
Nacida en Jerusalén, en el seno de una próspera familia comerciante en bordados de oro para
vestidos de mujeres ricas, en orlas y filacterias para escribas y fariseos, sacerdotes, o
simplemente personas vanidosas que gustaban lucir su poder adquisitivo mostrando aquellas
prendas de costosísimas labores. Aquella familia respetada por todos, con Berniké aún muy
niña, se instaló al norte del lago de Galilea, porque habían ampliado los negocios familiares
hasta el floreciente cruce de caminos de Cafarnaúm, y allí las cosas le habían ido muy bien en la
economía, en el respeto y cariño de las gentes. Cuando Berniké, su única hija tuvo dieciocho
años, la prometieron en matrimonio con Efraín, el segundo hijo de los comerciantes de tejidos
de sedas. La familia de Efraín, también era estable y adinerada, con fama de ser la ‘buena gente
de Israel’. Jairo, el hermano mayor de Efraín, era de las personas más respetadas en la
comunidad estable de Cafarnaúm, por su formación y estatus religioso. Se decía incluso que
muy pronto sería el arquisinagogo de aquel pueblo en crecimiento.
Ambos hermanos anunciaron juntos sus matrimonios, y tan solo el anuncio del doble
compromiso ya fue un acontecimiento en toda la región, pues se preveía una de las bodas más
celebradas de la reciente historia de aquella tierra. Ambas bodas se fijaron juntas, la de Efraín
con Berniké, y la de Jairo con María, de familia más humilde pero piadosa. Las novias eran
amigas íntimas.
Pero apenas dos meses después de que su compromiso se hubiera hecho público y oficial,
Berniké descubrió su mal, y su vida cambió radicalmente. Su manera de ser, su carácter y su
relación social, incluyendo el trato personal con su prometido, se quedaron en una situación de
espera, que nadie entendía, sino ella, y quizás su novio Efraín.
-------------
Nota
(El nombre de Bernike en griego, se recoge en el apócrifo `Acta Pilati' 7, y uso el texto de la versión de Kurt Aland en su "Sinopsis
Quattuor Evangeliorum locis parallelis evangeliorum apocryforum, et patrum adhibitis " pag.133. 8ª edición 1973)
-----------------