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Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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110 GÉNESIS 2:95-98<br />

95 a) (27,1-4). El relato comienza con el diálogo entre Isaac y Esaú.<br />

Era costumbre que un moribundo bendijera a quienes estaban a su cargo<br />

(cf. 48,9-20; Dt 33; sobre el trasfondo hurrita de 27,lss, cf. Speiser,<br />

Génesis, 211-13). Esta bendición del primogénito no se menciona en<br />

ningún otro lugar del Gn, pero podemos suponer que tal bendición era<br />

concedida para indicar el derecho de herencia (quizá implicado en 24,36b).<br />

Al menos, Isaac la entendía como tal. Lo mismo que Esaú había vendido<br />

su derecho de primogenitura al venir de la caza (25,29-34), iba a perder<br />

su bendición al volver de la caza (Michaeli, Le Livre de la Genése [París,<br />

1957-60], 86).<br />

96 b) (27,5-17). El diálogo entre Rebeca y Jacob revela la astucia<br />

de la madre, cosa que explicaría ese mismo rasgo en el hijo (también es<br />

característico de su hermano, Labán; cf. 24,29-32). La bendición de Isaac,<br />

tal como la refiere Rebeca, es un acto religioso (v. 7, «delante del Señor»),<br />

lo cual hace que la ligereza con que la madre acepta la maldición (v. 13)<br />

sea mucho más reprensible. No estaría de acuerdo con el carácter del relato,<br />

ni en su forma primitiva ni en su forma final, preguntar demasiado<br />

por la efectividad de la estratagema descrita; el autor se proponía un objetivo<br />

diferente. Las objeciones de Jacob (vv. 11-12), aunque reducen<br />

un tanto su culpa, no están muy motivadas.<br />

97 c) (27,18-29). El encuentro entre Isaac y Jacob es narrado con<br />

sencillez, con los pormenores imprescindibles para dar tensión al relato.<br />

El engaño de Jacob a su padre ciego fue realmente grave (cf. Lv 19,14);<br />

es paliado diciendo que Yahvé lo había conducido (v. 20). Muchos consideran<br />

el v. 23 como una glosa explicativa que anticipa la bendición de los<br />

vv. 28-29. Aquí, la distinción de fuentes (por ejemplo, vv. 18b-23 — J;<br />

vv. 24-28 = E) plantea más problemas de los que resuelve; el interés disminuiría,<br />

y habría que suponer que el redactor omitió varios detalles de<br />

ambos relatos. La bendición presenta forma oracular (vv. 27b-29). Se<br />

diferencia de las otras bendiciones patriarcales y se aplica directamente<br />

a la «nación» descendiente de Jacob (cf. 25,23). Los israelitas serán bendecidos<br />

con la fertilidad del suelo (v. 28). La incongruencia de suponer<br />

a Esaú, cazador, recibiendo una bendición referida a un pueblo agricultor<br />

y sedentario no preocupó al autor, si es que pensó en ella. Este pueblo<br />

dominará también a sus enemigos (v. 29), un tema que aflora repetidamente<br />

en los relatos de Jacob y Esaú y que refleja las posteriores relaciones<br />

históricas entre Israel y Edom. El plural («naciones», «hermanos»,<br />

«hijos») incluiría a todos los pueblos vecinos, tales como los moabitas y<br />

amonitas. La frase final (v. 29c) es una fórmula corriente de conclusión<br />

(cf. 12,3).<br />

98 d) (27,30-40). De nuevo se evidencia el arte del narrador en este<br />

pasaje que describe el diálogo entre Isaac y Esaú. La escena comienza<br />

igual que la anterior (cf. vv. 31-32 y 18-19a). Al declarar Isaac que ha<br />

bendecido a otro, «y será bendito», indica la naturaleza irrevocable de las<br />

bendiciones patriarcales. (En el v. 33, el TM dice: wS'ókal mikkól, «y<br />

comí de todo»; lo cual se suele corregir por wtfokal ''ákól, «y comí con<br />

buen apetito». En ambos casos parece clara la conexión de la comida<br />

2:99-100 GÉNESIS 111<br />

suculenta con la bendición, igual que en el v. 4). Esta idea de una bendición<br />

irrevocable se ve confirmada por el grito angustiado de Esaú; desesperado,<br />

pide una bendición. La etimología que da Esaú del nombre de<br />

Jacob difiere de la indicada en 25,26, si bien se deriva de la misma raíz<br />

Cüqab, «suplantar»). Le suplantó al arrebatarle el derecho de primogenitura<br />

(b e kórát¡); ahora le suplanta arrebatándole su bendición (birkati).<br />

La triple petición final es más una respuesta que una bendición. Las palabras<br />

describen el yermo territorio de Edom y el temperamento guerrero<br />

de sus habitantes (vv. 39-40a) con el mismo estilo oracular que la bendición<br />

de Jacob. El v. 40b puede ser una alusión de J al primer intento<br />

edomita de rebelarse contra Judá en tiempos de Salomón (cf. 1 Re 11,14-<br />

22,25), a menos que sea una glosa tardía referente a la victoriosa rebelión<br />

de los edomitas en tiempos de Joram de Judá (cf. 2 Re 8,22-24). La diversidad<br />

de estilo sugiere esto último.<br />

99 e) (27,41-45). La escena final, entre Rebeca y Jacob, prepara el<br />

terreno para 28,10, donde J continúa su relato. La observación de Esaú<br />

en el v. 41 indica, como todo el relato, que Isaac se encuentra en su lecho<br />

de muerte. Esto suscita algunos problemas sobre la fusión de las distintas<br />

tradiciones, pues Isaac, según 35,39, no parece que murió sino después de<br />

que Jacob viviera veinte años en Jarán. Rebeca había descuidado, al parecer,<br />

la posibilidad de una venganza por parte de Esaú, y ahora decide un<br />

medio para salvar no sólo a Jacob, sino también a Esaú (v. 45b), porque<br />

el asesinato de su hermano lo convertiría necesariamente en fugitivo. J ha<br />

añadido una nota trágica al hacer decir a Rebeca que enviaría por Jacob<br />

una vez que se apaciguase la furia de Esaú; de hecho, ella no volvería a<br />

verle. Quizá el autor intentó sugerir aquí que la madre no vio cumplidos<br />

sus deseos en favor del hijo en los años siguientes, aludiendo así a su<br />

castigo. En tal caso, sería una pincelada maestra. (El v. 46 pertenece al<br />

relato siguiente.)<br />

100 D) Jacob parte para Paddán-Aram (27,46-28,9) (P). Este pasaje<br />

procede de una tradición distinta de la anterior, como lo demuestra su<br />

tono completamente distinto. La partida de Jacob no es una fuga, sino<br />

una misión encomendada por Isaac. No se alude a las tirantes relaciones<br />

entre Isaac y Jacob ni, en especial, entre Jacob y Esaú. El autor de este<br />

pasaje no parece conocer los relatos de 25,21-34 y 27. El vocabulario (por<br />

ejemplo, b e nót hét en 27,46; b e nót ¡fnctan en 28,1; '

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