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Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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390 JOSUE 7:45<br />

ciudades no se extiende más allá de la frontera septentrional de la tribu<br />

de Judá, cuando al menos parte del territorio de Benjamín formó siempre<br />

parte del reino meridional. ¿Dónde está el territorio benjaminita?<br />

En 18,21-28 encontramos dos provincias de Benjamín que se parecen<br />

mucho en su estructura a la lista de ciudades de Judá. Según esto, tenemos<br />

varias teorías sobre cómo se combinarían las dos listas para redondear<br />

el territorio del reino meridional. (—» Geografía bíblica, 73:89).<br />

La provincia benjaminita meridional (18,21-24) incluye a Bet-ha-<br />

Arabá (v. 22), igual que la duodécima provincia judaíta (15,61); la provincia<br />

benjaminita septentrional (18,25-28) incluye a Quiryat (que<br />

probablemente debe leerse Quiryat-Yearim, pues Yearim fue omitido<br />

accidentalmente a causa de su semejanza con la siguiente palabra hebrea),<br />

igual que la undécima provincia judaíta (15,60). Noth ha concluido que<br />

estas provincias benjaminitas estaban incluidas originariamente en la<br />

undécima y duodécima provincias judaítas, pero que más tarde fueron<br />

quitadas de allí y asignadas a la tribu de Benjamín un tanto descuidadamente,<br />

como lo demuestra la duplicación de los nombres de ciudad.<br />

Convendría tener también en cuenta a F. Cross y G. E. Wright (JBL 75<br />

[1956], 202-26) por lo que se refiere a la localización de las ciudades<br />

de esta lista: ellos no están dispuestos a atribuir tal descuido a un redactor.<br />

Tampoco pueden imaginar que Judá haya tenido jamás una provincia<br />

que fuera el resultado de la combinación de 18,21-24 y 15,61-62, donde<br />

se unen las montañas de Efraím a toda la costa occidental del mar Muerto.<br />

Su opinión es que 15,45-47 constituye una adición tardía a la lista<br />

de ciudades, que no tiene nada de típica en su construcción y contiene<br />

un territorio filisteo que seguramente nunca fue una provincia del reino<br />

meridional. Dado que así no hay más que once provincias, estos autores<br />

ven la provincia que falta en 18,21-24. Bet-ha-Arabá es mencionada en<br />

18,22 y en 15,61 probablemente porque era un puesto fronterizo entre<br />

las dos provincias y fue añadida a 15,61 como consecuencia de una<br />

posterior expansión judaíta.<br />

¿Qué pasa entonces con la provincia benjaminita septentrional (18,<br />

25-28)? La undécima provincia judaíta (15,60) es claramente demasiado<br />

pequeña para haber constituido una provincia separada; originariamente<br />

debió formar parte de ella la provincia benjaminita septentrional, que<br />

sería luego asignada a Benjamín (R. de Vaux, IAT 196, acepta esta<br />

hipótesis). Aquí la opinión de Cross y Wright coincide con la de Noth,<br />

excepto en que ellos no explican la duplicación de Quiryat en 18,28 y<br />

15,60 como resultado de una división descuidada. Estiman más bien que<br />

fue atribuida a Judá en 15,60 probablemente por influjo de 18,14 y 15,<br />

9-10; originariamente, esta localidad figuraba en la lista de ciudades<br />

entre las atribuidas ahora a Benjamín, pero un redactor posterior la<br />

atribuyó a Judá, armonizando así la lista de ciudades con otro material<br />

judaíta (18,14 y 15,9-10) y, al mismo tiempo, proporcionando una duodécima<br />

provincia judaíta. Cross y Wright suponen que la Rabbá de<br />

15,60 es, lo mismo que Quiryat-Yearim, un dato secundario tomado de<br />

la lista benjaminita original (18,25-28). Sin embargo, dado que Rabbá<br />

7:46 JOSUE 391<br />

no figura en esta lista, juzgan probable que fuera eliminada de 18,28<br />

por una corrupción del texto.<br />

46 Estas soluciones exigen un laborioso reajuste del texto, pero<br />

además suscitan varios problemas en torno a la datación de la lista. Si<br />

todo el territorio benjaminita debe considerarse originariamente como<br />

parte de la lista judaíta, ¿en qué época abarcó Judá todo ese territorio?<br />

Durante los reinados de Abías (913-911) y Josías (640-609), Judá extendió<br />

sus fronteras hasta incluir esas ciudades (Abías: 2 Cr 13,19;<br />

Josías: 2 Re 23,8.15.19). Noth sitúa la lista de ciudades en el reinado<br />

de Josías. Por su parte, Cross y Wright reconocen que en la lista figuran<br />

ciudades que no existían en tiempos de Abías (cf. en particular 15,<br />

61-62). Sin embargo, no creen que Josías, cuyo sueño fue restaurar la<br />

monarquía unida de David, se ocupara de una organización administrativa<br />

limitada al reino de Judá; Noth admite que esta nueva división<br />

hubo de acontecer al principio del reinado de Josías. Cross y Wright<br />

advierten la ausencia de Bet-Semes en la provincia de la Tierra Baja<br />

(15,33-36); al haber sido reconstruida en tiempos de Josías, debería<br />

haber sido incluida si la lista databa de su reinado (Noth ha solucionado<br />

este problema afirmando que esta provincia abarcaba originariamente las<br />

ciudades asignadas ahora a Dan, 19,41-46; Ir-Semes, 19,41, es lo mismo<br />

que Bet-Semes). Ante tal estado de cosas, Cross y Wright optan por el<br />

reinado de Josafat (870-848), afirmando que este rey conservó las conquistas<br />

de Abías, que su reinado fue suficientemente estable para permitir<br />

una reorganización del territorio y que Bet-Semes no había sido<br />

aún reconstruida.<br />

Y. Aharoni (VT 9 [1959], 225-46) presenta varios argumentos contra<br />

las conclusiones de Cross y Wright. Afirma que estos autores carecen<br />

de fundamento para considerar la mitad de la lista benjaminita como<br />

una nueva provincia (18,21-24) y combinando la otra mitad con una<br />

provincia judaíta (18,25-28 más 15,60); arguye además que 15,60, a<br />

pesar de su brevedad, puede constituir una provincia entera tal como<br />

está. Por otra parte, el texto bíblico no nos ofrece ninguna indicación<br />

clara de que Josafat poseyera territorio al norte de Mispá, fortificada<br />

por Asá —predecesor de Josafat—, quien había perdido gran parte de<br />

las adquisiciones de Abías (cf. 1 Re 15,16-22). Y 18,21-24, que se extiende<br />

desde las montañas de Efraím hasta el mar Muerto, difícilmente<br />

puede ser considerado como una provincia de Judá. Más bien este territorio<br />

debería entenderse como una provincia del reino septentrional de<br />

Israel. Las doce provincias originarias son las referidas en la lista de<br />

provincias, excepto por lo que se refiere a 15,45-47; la provincia que<br />

falta es la provincia meridional de Benjamín (18,25-28). Las fronteras<br />

de la lista de ciudades, dado que no incluyen la provincia benjaminita<br />

septentrional, coinciden mejor con las fronteras efectivas durante la<br />

mayor parte de la historia de Judá. Y así, la repetición de Bet-Arabá<br />

obedece al hecho de que, en un caso, la lista procede del norte (18,22),<br />

y en el otro, del sur (15,61). La repetición de Quiryat-Yearim es sólo<br />

aparente. Una provincia menciona esta ciudad (15,60), mientras que la

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