Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan
Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan
Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
796 JEREMÍAS 19:7<br />
mensaje que llegó a Jeremías de parte del Señor» (7,1-8,3; 11,1-14;<br />
16,1-13; 17,19-27; 18,1-12; 19,1-20,6; 21,1-10; 22,1-5; 25,l-13b;<br />
32,1-2.6-16.24-44; 34,1-35,19). Duhm había establecido ya una clasificación<br />
especial para estos pasajes; supone que son reelaboraciones posexílicas<br />
de oráculos auténticos de Jeremías, según el espíritu y en el<br />
estilo del Dt. Mowinckel defendió esta misma opinión en su estudio<br />
de 1914, pero no mucho después cambió algunos puntos de esta primera<br />
posición. Ya no hablaría de una «fuente» especial, sino de un<br />
«círculo de tradiciones» dentro del cual se habrían transmitido algunos<br />
dichos de Jeremías, transformándose de acuerdo con las ideas y el estilo<br />
que prevalecían en el círculo deuteronómico. Dicho de otro modo: una<br />
tradición oral coexistía junto a aquella otra que conservó las piezas<br />
poéticas, y a la primera han de atribuirse estos pasajes deuteronómicos<br />
(Prophecy and Tradition [Oslo, 1946], 61-65). Esta revisión deuteronómica<br />
de los oráculos de Jeremías es una posición ampliamente mantenida<br />
por muchos investigadores, que difieren únicamente en cuanto a<br />
las fechas o autores que les asignan (Bentzen, IOT [Copenhague,<br />
5 1959], 119; J. P. Hyatt, Jeremiah [Nueva York, 1958], 39; Pfeiffer,<br />
Introd. [ed. rev.; Nueva York, 1948], 505; Rudolph, op. cit.,<br />
xviss, etc.).<br />
Pero el hecho de tal revisión es muy dudoso. ¿Qué motivo pudo<br />
haber para que únicamente la obra de Jeremías fuera sometida a semejante<br />
transformación? Aparte de que si es cierto que entre aquellos<br />
pasajes y la literatura deuteronomista hay muchas semejanzas, no menos<br />
cierto es que también existen notables diferencias que no pueden pasarse<br />
por alto. Bright llega incluso a afirmar que estas diferencias son<br />
tales, que bastan por sí solas para atribuir un estilo propio a los pasajes<br />
en cuestión, en modo alguno asimilable simplemente al de los deuteronomistas.<br />
¿No será acaso, como W. O. E. Oesterley y T. H. Robinson<br />
propusieron por primera vez, que nos hallemos aquí ante el estilo de<br />
la prosa judía correspondiente a finales del siglo vil y comienzos del vi?<br />
Weiser acepta este punto de vista y propone como situación existencial<br />
de estos pasajes la exhortación litúrgica que se tenía en el templo para<br />
la edificación del pueblo. Tendríamos así que Dt y los discursos deuteronómicos<br />
de Jr no serían más que dos formas distintas de aquel estilo en<br />
prosa. También las memorias de Baruc (fuente B) serían otro ejemplo,<br />
pues en éstas se pueden reconocer a veces el mismo estilo y lenguaje<br />
(Oesterley-Robinson, Introd., 298-304; J. Bright, JBL 70 [1951],<br />
15-35; A. Weiser, ATD 20-21, 67, 482; Eissfeldt, Einl, 469ss;<br />
W. L. Holladay, JBL 79 [1960], 352; Muilenburg, IDB 2, 834; Paterson,<br />
op. cit., 541, etc.). En consecuencia, dudamos que exista esta tercera<br />
fuente: los discursos deuteronómicos. Tenemos por auténticos estos<br />
pasajes y nos negamos a ver en ellos una distorsión de las palabras originales<br />
de Jeremías según el espíritu y en el estilo del Dt. De hecho,<br />
el mensaje de Jeremías no es distinto en los discursos en prosa o en<br />
los oráculos poéticos. La única diferencia está en el estilo, pero es natural<br />
que prosa y poesía se distingan. Con todo, es posible que los<br />
19:8 JEREMÍAS 797<br />
deuteronomistas hayan dejado aquí huellas de su trabajo. Habrá que<br />
examinar cada caso por separado.<br />
8 B) Composición. No es fácil seguir la historia de la compilación<br />
de la obra de Jeremías hasta que se formó el libro. A la primera mirada<br />
nos sentimos sorprendidos por la abundancia de duplicados, la combinación<br />
desmañada de oráculos poéticos y narraciones biográficas y autobiográficas,<br />
el frecuente desorden en que aparecen los datos cronológicos,<br />
etc. Son numerosas y variadas las explanaciones. Para estudiar este<br />
problema muchos críticos empiezan por el cap. 36. Se nos dice que<br />
Jeremías dictó todos sus oráculos en 605, para ser redactados de nuevo<br />
un año después con algunas adiciones. Han resultado vanos todos los<br />
intentos de reconstruir este rollo. Lo único que podemos decir es que<br />
los oráculos puestos entonces por escrito son los dirigidos contra Judá<br />
y Jerusalén antes de 605-604. En general, se encuentran ahora en los<br />
caps. 1-25, pero también es necesario aquí examinar cada caso por separado.<br />
E. Podechard, RB 37 (1928), 181-97, distinguía tres colecciones<br />
que habrían sido puestas una tras otra. La primera es el rollo de 605.<br />
Podechard piensa que, en su mayor parte, está ahora incluido en los<br />
caps. 1-17, donde se ofrecen oráculos por orden cronológico, en la medida<br />
en que nos es posible determinarlo. Después fueron añadidos los<br />
caps. 18-20, colección separada de acciones simbólicas, y más tarde aún,<br />
los caps. 21-23, opúsculos sobre reyes y profetas. Finalmente, el libro<br />
de las confesiones fue insertado en diferentes lugares de esta primera<br />
sección.<br />
La segunda colección, caps. 26-35, sería el resultado de la obra redaccional<br />
llevada a cabo por Baruc. Su tema es la restauración del pueblo<br />
de Yahvé. Podechard piensa que también en esta sección utilizó el<br />
compilador una serie de unidades menores ya existentes: los caps. 26-29<br />
son una colección de las disputas mantenidas por Jeremías con los falsos<br />
profetas, que constituyen una defensa de la verdadera profecía; los capítulos<br />
30-31 conservan las primitivas profecías de Jeremías sobre la<br />
restauración de Israel; los caps. 32-33 contienen oráculos similares bajo<br />
el reinado de Sedecías; los caps. 34-35 son un apéndice sobre diversas<br />
materias.<br />
La tercera y última sección, caps. 36-45, se reconoce fácilmente como<br />
una biografía de Jeremías hecha por Baruc. Este puso como prefacio a<br />
su obra la historia del rollo escrito en 605, que le presenta como principal<br />
colaborador de Jeremías, cerrando su obra con el corto oráculo<br />
de esperanza que le fue dirigido como premio a su colaboración. Finalmente,<br />
Podechard sostiene que los oráculos contra las naciones (capítulos<br />
46-51) fueron colocados en dos lugares diferentes —después de<br />
25,13b y en el cap. 45— por obra de tradiciones muy antiguas, sin que<br />
nosotros sepamos exactamente cuáles fueron las verdaderas razones para<br />
ello. La forma actual del libro puede fecharse hacia finales del exilio o<br />
poco después. Eissfeldt ofrece una explicación parecida, si bien supone