Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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nombres impuestos a los hijos del profeta, la. Clara referencia a las
promesas de la alianza con los patriarcas (Gn 22,17; 32,13). Estos versículos
se abren y cierran Cammi, «mi pueblo») con una alusión a la
nueva alianza. El acento se carga sobre la relación de alianza restaurada
no sobre la vuelta del exilio. Ib. hijos del Dios vivo: En su condición
de hijo (cf. 11,1), Israel debe a Yahvé un servicio exclusivo (Dt 14,1).
Yahvé es un «Dios vivo», en contraste con los Baales (Dt 32,17-21:
«no dioses», «ídolos», es decir, nada), o también porque da la vida
(6,2). 2. otras tierras: La expresión hebrea «la tierra», por referencia
al Éxodo (cf. Ex 1,10), proyecta la reunificación del pueblo de Dios,
dividido a partir de Salomón (cf. Is 7,17), en el contexto de la historia
de la salvación. La idea de una nueva dispensación como un nuevo
éxodo es desarrollada en Is 40-55 y adquiere nueva importancia en el
NT. La referencia al éxodo explica el término neutral «jefe» en vez
de «rey», que hubiera resultado anacrónico en este contexto. Yizreel
ha dejado de ser una amenaza para convertirse en una promesa. Hay un
juego de palabras con el significado del nombre, «Dios siembra»; en la
nueva dispensación, Yahvé otorgará una gran abundancia.
11 B) Acusación contra la esposa infiel (2,4-17). 4. protesta: El
hebreo rib expresa una situación jurídica formal, que se refleja en el
estilo de toda la sección. Hay acusación (4a), amonestación (4b-6) y
luego acusación más juicio por tres veces (7-9; 10-14; 15-17). El tema
y la situación comunes dan unidad a esta colección de dichos que, como
indican las inconsecuencias y repeticiones, originalmente constituían unidades
separadas.
4a. Yahvé habla en primera persona, como a lo largo de toda esta
sección. Incita a los hijos para que den testimonio contra su madre
(sobre el procedimiento, cf. C. Gordon, ZAW 54 [1942], 277-80). En
el v. 6, los mismos hijos son sometidos a juicio. La madre es Israel infiel;
cf. v. 7b, que se refiere al servicio prestado a los Baales (si bien
éstos sólo se nombran en el v. 15), a los que se atribuyen en tono de
himno los dones de la fertilidad de la tierra. Los hijos, por supuesto,
son los hombres de Israel; en concreto, el juicio de Israel será un juicio
del pueblo, por lo cual no se puede sostener la interpretación de que
sólo se juzga a la madre. Tras el doble papel representado por los hijos
quizá se esconda la idea de que en el pueblo hay distintos elementos:
los fíeles, que actúan como testigos, y los infieles, que son juzgados
como reos. Ello podría constituir un primer esbozo de las doctrinas
acerca del resto y de la responsabilidad personal, que tan importantes
son en la tradición profética posterior.
4b. su prostitución, su adulterio: Hay una alusión a los diferentes
emblemas que llevaban los adoradores de Baal. 8. por eso: Al igual que
en los vv. 11 y 16, marca el paso de la acusación a la sentencia, que
aquí mira a la reforma, más allá del simple castigo. Cuando se encuentre
con espinas en vez de frutos y se aparte de los ritos baálicos («seguir»
y «buscar» son expresiones cultuales), Israel aprenderá dónde está su
verdadero bien. El retorno de la divorciada puede simbolizar la restau-
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ración de las relaciones con Yahvé. Según la ley, los esposos divorciados
no podían volver a casarse entre sí (Dt 24,1-4). 10. Una nueva
acusación. Israel ha empleado los dones de Yahvé en el culto de los
Baales. Al quedarse sin esos bienes, Israel comprenderá quién es el Dios
verdadero. No hay insinuación de una lucha; los Baales nada pueden
hacer para salvar a Israel de las consecuencias de su locura. El v. 13
indica que el baalismo era algo más que un culto competitivo; había
contaminado el verdadero culto de Yahvé, incluso la típica celebración
israelita del sábado. El v. 14 expone la doctrina baalista: una adecuada
ejecución de los ritos trae consigo la fertilidad; de ahí que se hable con
toda propiedad de una consecución semimágica de los bienes que el
yahvismo consideraba como un don gracioso (cf. Dt 9,1-6). Después
de la nueva acusación del v. 15, aparece un nuevo juicio en el v. 16:
Israel habrá de volver al desierto. Aquí, como en los vv. 8-9, 11-14,
el profeta no se refiere a un acontecimiento determinado, como la sequía
o la invasión, sino a la necesidad de establecer de nuevo el contacto con
Yahvé. El desierto no es lugar apropiado para un retiro permanente,
sino el sitio ideal para buscar a Dios (cf. 11,2; J. McKenzie, «The
Way» 1 [1961], 27-39). Es una disciplina necesaria, una oportunidad
para encontrar de nuevo a Yahvé; hay una promesa final de retorno a
la tierra fértil.
17. Akor: En el límite entre Judá y Benjamín (Jos 15,7). «Puerta
de esperanza», porque el valle conduce desde el Jordán, cerca de Jericó,
hasta la tierra fértil de Palestina central. Por consiguiente, la restauración
sigue la misma ruta de la conquista, con lo cual es relacionada con
el éxodo y puesta en el esquema de la historia de la salvación.
12 C) Reconciliación (2,18-25). Grupo de dichos unificados por el
tema común y por algunos detalles estilísticos: Yahvé habla en primera
persona, se repite la fórmula «en aquel día». La sección no es de tipo
jurídico, como ocurría en 2,4-17, sino que constituye un ceñido desarrollo
de la idea de reconciliación subsiguiente al castigo de Israel.
18. en aquel día: El tiempo de salvación en que Yahvé salva a su
pueblo; esta expresión puede referirse también al juicio (Am 5,18).
Tiene ambos aspectos, como término técnico, en la escatología judía y
del NT. En Os no es estrictamente escatológica, sino que expresa la
confianza en la futura restauración de Israel. No obstante, las ideas de
nueva alianza y paz verdadera aquí expresadas tendrán un desarrollo
mucho más amplio en el pensamiento escatológico. 19. invocarán: el
hebreo zkr se refiere a la invocación litúrgica de un dios; el significado
del v. 19b, por tanto, es que cesará la idolatría. 20. La restauración
operada por Yahvé se realizará mediante una nueva alianza entre Israel
y la creación (cf. Gn 9,8-10). Hasta el orden natural correcto depende
de su libre decisión y de la alianza. Junto con la promesa de este orden
natural hay otra de que cesará la guerra. Ambas son objeto común de
esperanza (Is 11,6-8; 65,25; 4,4; 9,4; Miq 4,3), pero raras veces aparecen
unidas, como aquí (cf. Lv 26,6; Ez 35,25-28). 21. Prosigue la
idea de la alianza bajo la imagen de un contrato matrimonial, desposaré