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Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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290 NÚMEROS 5:57<br />

tribus se vería muy afectada si él accedía a la petición de Rubén y Gad.<br />

Por eso dio a las dos tribus una lección de historia para recordarles<br />

cómo trata Dios la fidelidad vacilante. Cf. en Jue 5,16-17 una queja<br />

semejante en labios de la profetisa Débora. 16. Los rubenitas y los gaditas<br />

protestaron que ellos no tenían intención de eludir sus deberes<br />

para con los demás israelitas. Sólo deseaban asegurar su propia posición<br />

antes de unirse a los demás en la guerra de conquista. Los «rediles»<br />

eran una protección para pastores y rebaños. Se han descubierto varios<br />

ejemplos en TransJordania. Eran unos recintos más bien espaciosos construidos<br />

de piedra labrada con una estrecha puerta; ante el peligro de<br />

salteadores o de animales salvajes, los rebaños podían ser reunidos fácilmente<br />

en los recintos (VBW 1, 235). 20. Moisés consideró aceptable<br />

la proposición de compromiso y ordenó a Eleazar y Josué que se cercioraran<br />

de que se cumplía lo acordado.<br />

El cap. 32 termina con una lista de ciudades reconstruidas y fortificadas<br />

por las dos tribus. La mención de la media tribu de Manases (33)<br />

puede referirse a una conquista posterior efectuada por esta tribu. Diciendo<br />

que Moisés dio a esta media tribu su territorio, el escritor concedía<br />

el prestigio de una concesión mosaica a un territorio conquistado<br />

y poblado en una fecha posterior.<br />

57 b) EL CAMINO DE EGIPTO A CANAÁN (33,1-56). Si fuéramos<br />

capaces de identificar exactamente los lugares de acampamiento consignados<br />

en este largo y esquemático itinerario desde Egipto a Moab, podríamos<br />

determinar con alto grado de certeza la ruta del Éxodo. Por<br />

desgracia, no nos es posible; pero teniendo en cuenta que las posibili*<br />

dades de tan largo viaje por el desierto son limitadas, tenemos un esquema<br />

general de la ruta de los israelitas. Muchos de los lugares aquí<br />

mencionados eran simples altos en el camino, y sus nombres se han perdido<br />

hace mucho. Estamos seguros, sin embargo, de que el objetivo primario<br />

de la marcha era Cadés-Barnea, un lugar bien conocido que sirvió<br />

de punto de unión a los israelitas durante toda una generación (cf. J. Simons,<br />

The Geographical and Topographical Texts of the Oíd Testament<br />

[Brill; Leiden, 1959], 233-66). Sobre la ruta del Éxodo, —> Geografía<br />

bíblica, 73:27-31.<br />

5-15. Aquí aparece un resumen de Ex 12,37-19,2. Sólo Dofcá y Alus<br />

faltan en el Ex. La primera ha sido identificada con Serabit el Khadem,<br />

en la región de las minas de turquesa al sur de la península del Sinaí,<br />

donde fueron descubiertas las inscripciones protosinaíticas. La identificación<br />

de Alus con una localidad de Wadi el 'esh, al sudeste de Dofcá,<br />

es sólo probable (por lo que se refiere a los dos lugares, cf. AtBib 44,<br />

mapa 9). 36. Cadés-Barnea confinaba con los desiertos de Sin y de Paran.<br />

Las fuentes bíblicas están de acuerdo sobre la estancia de los israelitas en<br />

Cades, lo cual no es de extrañar, dado que la región es abundante en agua<br />

y en magníficos huertos. No se podía imagina): mayor contraste que el<br />

experimentado por el viajero que abandonaba el desierto ardiente para<br />

entrar en este valle fresco y bien regado. La más abundante fuente de la<br />

región es Ain el-Qudeirat, donde recientemente se han hallado antiguos<br />

5:58 NÚMEROS 291<br />

restos de la Edad del Bronce Medio (época patriarcal), del período de los<br />

reyes de Judá y de los períodos nabateo, romano y bizantino. Unos dieciocho<br />

kilómetros al sur de Ain el-Qudeirat está el oasis de Ain Qudeis,<br />

que ha conservado el nombre de Cades. El hecho de que había dos centros<br />

de población en la región de Cades se refleja en el nombre de Cadés-<br />

Barnea, que probablemente constituye una combinación de dos nombres<br />

de lugar independientes y pertenecientes a dos localidades diversas distantes<br />

varios kilómetros entre sí. Hasta ahora no han salido a luz pruebas<br />

de una ocupación israelita durante el siglo xm, aunque es muy probable<br />

que un trabajo más intenso en este lugar descubrirá restos de este<br />

período.<br />

37. Sobre la situación del monte Hor, véase el comentario a 20,22.<br />

Con toda probabilidad era un lugar sagrado, porque fue escogido como<br />

sepultura de Aarón. Dado que la expresión Har-el, «montaña de Dios»,<br />

se encuentra ya atestiguada en un documento muy anterior a Moisés (la<br />

lista de Tutmosis III), es probable que en el nombre Hor falte un elemento.<br />

58 c) DIVISIÓN DE CANAÁN (34,1-29). El territorio descrito en los<br />

vv. 2-15 no fue conquistado por los israelitas llegados a las órdenes de<br />

Josué; el dominio israelita no se extendió por esta vasta región hasta la<br />

época de David y Salomón. Algunos han considerado esta división de Canaán<br />

como un cuadro idealizado que tiene muy escasa relación con la<br />

situación del siglo xm. Sin embargo, resulta que el «Canaán» aquí descrito<br />

es simplemente la antigua provincia egipcia de Siria-Palestina, sometida<br />

largo tiempo al dominio de los faraones egipcios hasta la época de<br />

Ramsés II (1290-24). Fue en tiempos de Ramsés II cuando se firmó un<br />

tratado con el rey hitita, ca. 1270, fijando el status quo de las posesiones<br />

egipcias en la región de Siria-Palestina. Los israelitas, aproximadamente<br />

contemporáneos de estos acontecimientos, tomaron simplemente el término<br />

de «Canaán» con el significado y la extensión que tenía en su<br />

tiempo. Por tanto, nos hallamos no tanto ante un cuadro idealizado<br />

cuanto ante una idea estereotipada de «Canaán» (B. Mazar, JBL 80<br />

[1961], 17).<br />

3. La frontera meridional cruzaba el Négueb desde el extremo sur<br />

del mar Muerto, siguiendo el río de Egipto, hasta el Mediterráneo. Esta<br />

línea se parece mucho a la indicada en Jos 15,3-4 y Ez 47,19. Incluso<br />

hoy el río de Egipto (Wadi el-Arish) sirve de barrera natural entre el<br />

Négueb y el Sinaí (VBW 1, 240-44). 6. frontera occidental: El Mediterráneo,<br />

que en el AT suele llamarse simplemente «el mar» (yam), vino<br />

a significar «el occidente», dado que siempre fue la frontera occidental<br />

del país. La costa carecía de buenos puertos, lo cual era un obstáculo<br />

para las actividades comerciales en esta parte de Palestina. 7-9. Algunos<br />

de estos lugares no han sido identificados. En general, la frontera septentrional<br />

se extendía desde el Mediterráneo, ligeramente al norte de<br />

Byblos, hacia el este, hasta llegar al borde del desierto, justamente detrás<br />

de Damasco. El nombre de Zedad se ha conservado en la moderna ciudad<br />

de Sedad, al nordeste del monte Hermón. 10-12. Jasar-Enán es probable-

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