Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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«en la frontera del país de Canaán» (cf. 8,33; 9,1; 2 Sm 11,15, donde
''elmül no implica necesariamente distancia), al otro lado de ellos: Esta
frase debería considerarse como una explicación ulterior de la precedente
y traducirse «en la parte de los israelitas» (cf. c éber con el significado de
«parte» en 1 Sm 14,4; es el único significado posible en 1 Sm 31,7, que
menciona las partes occidental y oriental del monte Gelboé). un altar:
Lit., «el altar»; este extraño empleo del artículo definido indica quizá
que, en otro tiempo, figuraba aquí el nombre del altar. 13. a Galaad:
Cf. 13,31 y 17,1. También allí Pinjas defendía la moralidad (Nm 25).
17. no estamos todavía libres de él: Al parecer, el sentido es que aún
había que ofrecer sacrificios por ese crimen. Estas palabras de Pinjas no
encuentran paralelo en otras referencias bíblicas a Peor. 19. impura: El
sentido es que su heredad no forma realmente parte de la tierra prometida.
Para Pinjas y los suyos, las tribus transjordánicas habían construido
su propio altar al oeste del Jordán para poder reivindicar el territorio
occidental. Las palabras de Pinjas expresan un problema que preocupa
tanto a P como a D: ¿cómo participan las tribus transjordánicas de la
tierra prometida? (Cf. comentario a 1,12-18). El problema se agudizó,
sin duda, por el hecho de que gran parte de TransJordania nunca estuvo
bajo dominio israelita o se perdió para Israel ya antes de las invasiones
asirías del siglo vni. Las fronteras ideales de Ezequiel omiten por completo
la zona de TransJordania (Ez 48). 20. Cf. 7,10-26. 22. La respuesta
comienza con un juramento. 26. este altar: Como en el v. 11, el texto
hebreo dice simplemente «el altar». Quizá también aquí figuraba el
nombre del altar, sacrificios: «Víctimas» y «sacrificios de comunión»
son la misma cosa (De Vaux, IAT 542-45). Un uso semejante de la
conjunción «y» (waw) aparece en el v. 30, que une a los «príncipes»
y a los «jefes», siendo de hecho las mismas personas (v. 14). En tales
casos, el waw significa «esto es» (cf. otros ejemplos en KB). 31. el Señor
está con nosotros: El sentido es que un pecado de rebelión habría hecho
culpable a toda la comunidad, pero no se ha cometido tal pecado.
34. Como indica Noth, la explicación del altar como un testimonio no
es un indicio seguro del nombre del altar, sino que puede basarse simplemente
en los vv. 27-28.
65 VI. Ultimo discurso de Josué (23,1-16). Una gran parte del Dt
parece ser un desarrollo homilético de la ceremonia de renovación de la
alianza, celebrada periódicamente en Siquem (Jos 24). Entre los elementos
más importantes de esta alianza tenemos: el relato de una historia
sagrada, las estipulaciones de la alianza, las promesas («bendiciones»)
de que la alianza será observada y las amenazas («maldiciones») que
sobrevendrían en caso de infidelidad. Estos cuatro elementos, entretejidos
con la libertad que concedía el estilo homilético, explican la construcción
del cap. 23. Las estipulaciones adquieren un relieve especial al
ser colocadas en posiciones climáticas dentro de la progresión: historia
sagrada (vv. 3-4), bendiciones (v. 5) y estipulaciones (vv. 6-8); luego,
comenzando de nuevo, historia (v. 9), bendiciones (v. 10) y estipulación
(v. 11). A lo largo de estos tres elementos, el deuteronomista emplea
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imágenes tomadas de la antigua institución de la guerra santa: las batallas
de Israel son batallas de Dios y él es el jefe en la batalla. Entonces
aparecen las amenazas (vv. 12-13) y reciben tal énfasis que se tiene la
impresión de que el objetivo principal del autor de este capítulo es prevenir
contra su incumplimiento. En el v. 14 comienza de nuevo (nótese
la semejanza con el v. 1); si ahora se hace mención de la historia y de
las bendiciones que los israelitas han empezado a disfrutar, es sólo para
acentuar la certeza del castigo por la infidelidad. El capítulo termina
con una exhortación que lo convierte en inmediata introducción a la
historia deuteronomista, la cual avanza gradualmente hacia el cumplimiento
de las amenazas.
Se alude repetidas veces a las naciones supervivientes, aun cuando
el propio deuteronomista escribe como si la conquista hubiera concluido
(v. 14). Noth considera la mayoría de estas referencias como adiciones
posteriores, pero pueden remontarse al deuteronomista, pues precisamente
esas naciones supervivientes amenazarán la alianza, y su influencia
sobre Israel acarreará el cumplimiento de las amenazas. Este autor
ha señalado en otras partes la peligrosa presencia de tales naciones: Jue
2,20-22 y Dt 7 (este último texto es la fuente de gran parte de nuestro
capítulo; se refiere a los matrimonios mixtos en el v. 3, a los dioses
paganos en el 16 y a las naciones supervivientes en el 22.
2. Los «ancianos» formaban una especie de senado; los «jefes» gobernaban
las tribus, jueces: Cf. Dt 16,18. escribas: Cf. 1,10. La referencia
a la edad de Josué añade una especial solemnidad a sus palabras.
6. El formulario de la alianza exigía que se escribiera un documento de
la misma; de ahí la mención del «libro» (Dt). 7. mezclándoos con esas
naciones: El texto hebreo implica una relación sexual (como en 2,3-4),
especificada ulteriormente en el v. 12. ni les serviréis ni les daréis culto:
Es una expresión del Decálogo (Dt 5,9) que se convirtió en término
técnico para designar el culto a dioses falsos. 8-12. manteneos unidos:
Esta expresión hebrea aparece en el v. 12, donde implica una relación
matrimonial. En el v. 8 puede sugerirse una relación análoga. 13. látigo...,
espinas: La traducción no es segura; «látigo» aparece sólo aquí,
y «espinas» sólo aquí y en la misma expresión de Nm 33,55. Si la traducción
es correcta, las espinas son quizá los extremos de los látigos
que golpeaban a los israelitas en su marcha hacia el destierro.
66 VII. Epílogo: asamblea de Siquem y tradiciones sobre la muerte
de Josué (24,1-33).
A) Asamblea de Siquem (24,1-28). Los caps. 23-24 están estrechamente
relacionados, pero no parece posible que fueran añadidos a
Jos al mismo tiempo; su presencia indica dos ediciones D de Jos: la
edición del deuteronomista, que terminaba con el cap. 23 y pasaba
inmediatamente a Jue 2,6, y una ulterior edición posexílica, a la que se
añadió el cap. 24 como conclusión al Hexateuco (cf. comentario a 8,
30-35). Al igual que 8,30-35, este capítulo revela un material muy
antiguo con retoques D y también vocabulario P; pero, a diferencia
del primer texto, tuvo en Siquem una larga historia de transmisión que