Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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59 iv) El jarro roto y Tófet (19,1-20,6). Esta sección carece de
unidad, como muchos investigadores reconocen hoy. La opinión aceptada
es que una narración procedente de las memorias de Baruc ha sido cortada
por varias interpolaciones de un oráculo u oráculos sobre Tófet.
Seguimos a Rudolph para la división del texto.
a) El jarro roto (19,1.2bc.l0-lla. 14-20,6). Nos encontramos
ahora con otra acción simbólica que pone de manifiesto la dinamicidad
de la palabra profética (cf. comentario a 13,1-14). La acción se desarrolla
ante un reducido grupo de ancianos y sacerdotes, a la entrada de la
Puerta de los Cascotes, que sólo se menciona aquí. Estaría situada en
el extremo sur de la ciudad, porque una tradición contemporánea especifica
que se abría sobre el valle de Ben-Hinnom. El hapaxlegómenon
harsit podría significar simplemente «alfarería»; es probable que la
puerta se llamase así porque habría cerca de ella algún obrador de
cerámica (cf. L. H. Vincent, Jérusalem antique [vol. 1; París, 1912],
129, n. 3). Pero si el término significa «cascote», entonces podríamos
identificarla con la Puerta de las Basuras de tiempos de Nehemías (Neh
2,13; 3,13-14). Este nombre puede explicarse sencillamente porque el
estercolero de la ciudad estuviese en las inmediaciones y el único acceso
hacia él fuese por el sur, en el valle de Ben-Hinnom. 10-lla. La acción
simbólica propiamente dicha consiste en romper un pequeño jarro, y
recuerda ciertas acciones mágicas de las que quedan testimonios por lo
que se refiere al antiguo Próximo Oriente. En Egipto, un rito que data
del Imperio antiguo consistía en escribir el nombre de las naciones y
ciudades enemigas sobre jarros y figuritas que luego eran rotos en pedazos.
Se creía que al ejecutar esta acción se provocaba la destrucción
de las personas y lugares cuyos nombres habían sido escritos sobre aquellos
objetos (cf. J. A. Wilson, The Culture of Ancient Egypt [Chicago,
1951], 156-58). Entre los asirios, hititas y árameos se practicaban ritos
imprecatorios análogos para expulsar enfermedades o para lanzar una
maldición contra los traidores a una alianza. La desmembración de un
animal o la rotura de un objeto significaban que el mal estaba condenado
a desaparecer o que el traidor sería aniquilado (cf. textos en ANET
346-51, 353-54; Wiseman, Vasal-treaties, 11, 608-11; Jr 34,18). Sin
embargo, el sentido mágico de estas acciones no tiene lugar aquí. Yahvé
es el único capaz de hacer realidad la maldición, y la rotura del jarro es
tan sólo una ilustración dramática: «Yo destruyo este pueblo como
se destruye un jarro de arcilla» (v. lia). 14. volvió de Tófet: El oráculo
pronunciado por primera vez en la puerta es repetido ahora en el atrio
del templo, provocando así la irritación del jefe mayor del templo. El
término «Tófet» no debe de ser original, sino que está en lugar de otro
parecido que significaría «entrada» (petah) o «entrada de la puerta»
(v. 2b); cuando se insertó más tarde el oráculo sobre Tófet se hizo este
cambio (Rudolph, Notscher, Volz, Gelin, etc.).
20,1- Pasjur: Debe de ser distinto del otro Pasjur mencionado en
21,1 y 38,lss. La predicción de su destierro (v. 6) tendría lugar en 597,
pues en 594 había ya otro sacerdote que le reemplazaba en su oficio,
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consistente sobre todo en organizar la fuerza de policía encargada de
vigilar las actividades que se realizaban en los atrios del templo (cf. 29,
25-26). 2. almacenes: El término raro mahpeket se traduce así normalmente,
pero como el castigo tiene lugar junto a una puerta, y los LXX
junto con Tg. lo vertieron por «prisión», parece que en el contexto
encajaría mejor «calabozo», que sería una estancia con rejas situada en
la misma puerta y destinada a detenciones cortas (cf. M. Greenberg,
IDB 4, 443). la puerta superior de Benjamín en la casa del Señor: Esta
puerta del templo ha de ser identificada con toda verosimilitud con la
«puerta superior en la casa del Señor», construida por Jotam (2 Re 15,
35); podía estar situada entre el antiguo atrio y el nuevo, que es mencionado
por vez primera bajo Josafat (2 Cr 20,5). La designación «de
Benjamín» podría ser una glosa de un redactor posterior que quería
identificar esta puerta con la Puerta de Benjamín, que estaba en las murallas
de la ciudad, donde tuvo lugar una segunda detención (37,13;
cf. L. H. Vincent, Jérusalem de VAnclen Testament [vols. 2-3; París,
1956], 603-604). 3. terror por todos lados: Mágór missabib es el ornen
del nomen de Pasjur. La expresión, ciertamente, oculta un juego de palabras
que resulta oscuro, pues nos es desconocido el significado exacto
del nombre Pasjur. Conjeturamos que debe de haber una oposición entre
los dos nombres; entonces, Jeremías pudo pensar que pashür procede
de dos raíces verbales combinadas: pasah, «estar quieto»; sahar, «rodear».
«Terror por todas partes» es otra creación propia de Jeremías
(6,25; 20,3.10; 46,5; 49,29), que después sería utilizada en Lam 2,22
y Sal 32,14. 4-6. Jeremías explícita ahora más el significado profético
del nombre: Judá y la familia de Pasjur irán al exilio, y Jerusalén será
saqueada. Por vez primera señala al invasor por su nombre: Babilonia.
El incidente, que con certeza ocurrió antes de 597, recuerda otro semejante
ocurrido en vida de Amos (7,10-17).
60 (3) Tófet (19,2a.3-9.llb-13). Este discurso interrumpe la escena
del jarro roto. Weiser y Rudolph opinan que pertenecía, originariamente,
al corto oráculo sobre el mismo tema de 7,31-33. Si bien la mayoría de
los versículos se repiten aquí, hay también nuevas declaraciones, por lo
que resulta dudoso que se trate de un simple duplicado. Jeremías, ciertamente,
atacó más de una vez este terrible culto idolátrico. Creemos
que éste sería el discurso original, algunas de cuyas partes debieron de
repetirse en la pequeña colección de dichos de 7,29ss. 2a. valle de
Ben-Hinnom: Es llamado también, a veces, valle de Hinnom (ge'hinnom,
nuestra «gehenna»), identificado con el actual Wadi er-Rababi, que corre
al principio en dirección sur al costado oeste de Jerusalén, para torcer
luego bruscamente en dirección este al sur de la ciudad (cf. Vincent,
Jérusalem antique, I, 124-34). 3. reyes de Judá y ciudadanos de Jerusalén:
Este amplio auditorio, en contraste con el pequeño grupo del v. 1,
es señal de que se han mezclado dos acontecimientos diferentes, zumbar
los oídos: La expresión se encuentra, fuera de este pasaje, únicamente
en 1 Sm 3,11 y 2 Re 21,12, como signo de una catástrofe nunca oída
hasta entonces. 4. sangre de los inocentes: Es una clara alusión a los